Mientras que las tapas de rosca todavía tienen una mala reputación, en nuestra opinión, no se lo merece.

¿Pero los vinos con tapones de rosca envejecen y el vino con corchos?

Tapones de rosca y el vino de todos los días

Imagine que ha comprado una botella de vino y tal vez la haya conservado durante algunos años. ¿Que te preocupa? Probablemente la pregunta más importante en tu mente es '¿Todavía sabe bien?'

Con toda probabilidad, una botella de tapón de rosca mantendrá su frescura tan bien como una botella de corcho. Quizás mejor.

De hecho, es por eso que muchos productores australianos y neozelandeses, incluso productores de alta calidad como Cloudy Bay, usan tapones de rosca.

Consideran que conserva la frescura de la fruta y evita el riesgo de corcho de un corcho defectuoso. Aunque esto es menos común de lo que era, todavía afecta a alrededor de una botella en 100.

En el pasado, las tapas de rosca eran a veces demasiado herméticas y esto daba como resultado aromas reductivos de botellas recién abiertas. Pero los nuevos diseños de tapa de rosca permiten cierta transferencia de oxígeno, evitando este problema.

Hay mucha tradición en el vino y muchos enólogos pretenden emular los clásicos, especialmente si quieren cobrar un precio superior. Esto incluye elegir tapones sobre tapones de rosca.

Ciertamente para Vincarta, terminamos con una selección que estaba totalmente sellada con corcho. No por prejuicios, sino porque queríamos una selección de alta calidad y todos nuestros productores se han ido por la ruta del corcho.

Tapas a roscas y los vinos clásicos dignos de la edad

Si hay una diferencia en la calidad a largo plazo es más difícil de decir.

Para los vinos se puedan conservar de 5 a 10 años, un tapón de rosca probablemente no será mala idea y podría ser mejor que un corcho.

Sin duda, las grandes casas francesas tienen bibliotecas de vino de prueba en sus bodegas con tapones de rosca para ver cómo envejecen a lo largo de los años. Pero nadie ha abierto una Borgoña o Burdeos de 50 años con un tapón de rosca para ver cómo está envejecida porque, bueno, no hay ninguna. Todavía.