Parque Paleo Sarmiento

A poco más de 150 kilómetros de la importante ciudad de Comodoro Rivadavia, al sur de la provincia de Chubut, se encuentra la pequeña pero bonita y tranquila ciudad de Sarmiento, cuyos alrededores albergan atractivos turísticos de lo más diversos. El Parque Temático Paleontológico Valle de los Gigantes y el Bosque Petrificado son dos de las opciones principales, a las que vale agregar la posibilidad de visitar museos, realizar expediciones y disfrutar de entornos naturales realmente bellos como, por ejemplo, el Lago Musters.

Esta zona se diferencia de otras cercanas puntualmente en lo que a paisaje refiere, ya que se caracteriza por sus altas dosis de verde y agua, mientras que la región en general sobresale por un clima árido, fundamentalmente en lo que respecta al área de la Cuenca del Golfo San Jorge. Sarmiento es uno de los pueblos más antiguos de esta parte de Chubut y en los últimos años se ha consolidado como destino muy seductor, sobre todo durante la primavera y el verano de Argentina (otoño e invierno en España).

Una de las atracciones destacadas es el Bosque Petrificado, una reserva provincial de aproximadamente 1.800 hectáreas que se halla a 30 kilómetros del centro de Sarmiento. Allí es posible observar troncos y otros restos de flora que alguna vez fueron arrastrados por la corriente de arroyos y ríos, bajando desde los cerros, hace más de 60 millones de años. El itinerario para conocer este sitio tan singular tiene una hora y media de duración, y el visitante puede realizarlo por su cuenta.

Desde hace un largo tiempo que esta encantadora localidad es una de las principales alternativas chubutenses para disfrutar un fin de semana largo. Sin embargo, el crecimiento de los últimos años ha hecho que, actualmente, sea elegida como destino de vacaciones, tanto por locales como por extranjeros, que llegan desde diferentes latitudes del mundo con el simple propósito de relajarse en un espacio donde reinen la calma y la naturaleza.

Quienes escogen Sarmiento para descansar, optan preferentemente por la práctica del agroturismo, que permite la visita de las chacras típicas de la zona. Pero este cautivante pueblecito lejos está de limitarse a ello: también propone ofertas como casas de té y muy recomendables restaurantes para regocijarse con la gastronomía patagónica.