No existe una fórmula matemática que permita determinar con total precisión el tipo de forma jurídica más adecuado para constituir tu empresa, pues depende de una serie de factores económicos, personales y comerciales
A la hora de formar una empresa, una de las dudas que nos surgen es saber cuál es la forma jurídica que más puede convenirnos. Es por ello que te vamos a mostrar algunas de las características más importantes de cada forma para que la tengas presente a la hora de formar esa empresa.
Es importante contar con asesoramiento contable para tomar esta decisión. En primer lugar, es mucho más rápido constituirse como autónomo que como sociedad limitada, además de ser mucho menos costoso. El coste de formar una sociedad limitada es de 3.500€ por lo que hay que contar en primer lugar con un desembolso importante de capital, así que vamos a necesitar también asesoramiento empresarial.
Otra de las cosas que hay que diferencias entre autónomos o sociedades limitadas es la forma de tributación. El autónomo tributa por IRPF que se trata de un impuesto progresivo en el que por cada volumen mayor de ingresos vas a pagar una cuota mayor. Mientras que la sociedad limitada tributa por impuesto de sociedades, que se trata de un impuesto fijo, concretamente del 25%, por lo que debes tener claro que es lo que prefieres.
Otro punto importante es el de la financiación. Las sociedades limitadas tienen una mayor facilidad a la hora de acceder a créditos por parte de los bancos o incluso subvenciones. Por otra parte, los autónomos tienen más complicado este factor puesto que afrontan solos lo que es la constitución y gestión de la empresa.
Una vez que tienes claros estos puntos, lo mejor es acudir a un profesional para tener un asesoramiento completo y es que son muchos los factores que entran en juego a la hora de formar una empresa.