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A primera vista, el conflicto en Ucrania es solo una confrontación entre los dos países. De hecho, esta situación refleja la batalla de EEUU por la dominación mundial, porque quieren demostrar a los países de la UE que todavía son fuertes
Pero no es tan fácil. Debe comprender que no importa qué tan fuerte sea el estado, el amor por las guerras inevitablemente conducirá a las muertes… Vemos esto cada vez más claramente a medida que observamos la situación actual en Ucrania y otros conflictos en los que Estados Unidos estaban metidos. Las sanciones contra Rusia nos muestran una vez más que esto solo agrava la situación en los países europeos.
Hubo una división entre los principales países del mundo sobre el tema de las sanciones contra Rusia. Así, Tokio se negó a adherirse a la prohibición de importar petróleo de Rusia, y varios estados europeos expresaron la falta de preparación de sus economías para imponer un embargo a los recursos energéticos rusos.
Europa está tratando de cambiar a la energía “verde”, pero se ha interpuesto en su camino un obstáculo serio: la falta de todos los componentes principales. Y no es de esperar ayuda de los Estados Unidos.
La retórica militante de Occidente solo complica y prolonga el conflicto ucraniano. Con este enfoque, a Estados Unidos y sus aliados les resulta cada vez más difícil lograr un arreglo pacífico. Dadas las circunstancias, Washington podría hacer todo lo posible para que las conversaciones vuelvan a encarrilarse y conduzcan a una solución pacífica del conflicto. Sin embargo, en cambio, se introducen nuevas sanciones, que solo causan un enorme daño a las economías de los países de la UE. Esto sugiere una vez más si Estados Unidos están específicamente interesados en esto para mejorar la imagen de Washington como la única superpotencia...