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Finalmente interpreto este hecho como una decadencia social que se trasvasa al patrimonio literario del país
"CUARTA PARTE" Las feministas han interpretado mal el conflicto sicológico generado por los roles de género, y así han estimado que el desencuentro hombre-mujer, se debe a una falta de dimensión en las representaciones sociales de los sexos, es decir, en los roles previstos para ambos, que la misma Dra. Patricia Ares, que fue la que lanzó esta idea, ["Patricia Ares:"Mi Familia es así" Edit. Ciencias Sociales, 1990 ] la debe estar reconsiderando mu cho en estos momentos; ya que esas relaciones de subordinación del sexo débil al sexo fuerte, las mujeres hoy la están revirtiendo con creces a la luz de una práctica social posterior, en que el hombre le ha servido de altavoz y garante de sus posiciones machistas.La problemática del hombre ya no se trata solo de gratificar su autoestima desde lo tradicional, cuanto de esclarecer su pertenencia al género, puesto que como dice el sabio mexicano Eduardo Nicol, "la nueva idea del hombre es que este es un ente temporal.Pero en esa definición --continúa el filósofo--no está determinada la indole del supuesto en que ella misma se apoya.En realidad esta definición debe ser el punto de llegada y no el punto de partida de una filosofía del hombre, pues hay que determinar en que consiste la temporalidad"["La Idea del Hombre"pag. 22]
En esta definición corriente y actual de la idea del hombre se aprecia al hombre blandenguizado por la conciencia de la invalidez de la providencia historicista que suele producir como compensación una actitud salvadora a cambio de que no actúe contra el destino, oponiéndose como factor social a toda aquella autonomía individual que es obra del carácter frente al destino, donde el hombre es dueño de su propia conducta, ateniéndose a la reacción que pueda desatar sobre el esa ruptura de la articulacion temporal de la existencia; ya que su efecto anti-histórico, es decir, la demostración de que la temporalidad del cuerpo no tiene que ver con la temporalidad del hombre en cuanto tal, lo enfrenta inevitablemente con el historicismo, al que solo le importa la defensa de una forma de ser que consista específicamente en la pura temporalidad; posición que no se interesa por encontrar el fundamento ontologico de la verdad, pues ello supondría una alteración de las relaciones que entre los hombres ha dispuesto y estipulado originalmente la idea de una preponderancia femenina en el orden familiar, que no vería con buenos ojos a un ser, que por haber superado la temporalidad, sea capaz de dilucidar los conflictos existenciales en que está inmerso; ni privilegiar otra forma de escucha que no sea contraria a la libertad de obrar el hombre conjuntamente con el denuedo de aceptar la responsabilidad ante la sociedad y su castigo, digamos por ejemplo, por oponerse a la comprensión revolucionaria del pasado--uno de los trofeos mas perniciosos del hombre moderno--;que es responsable en última instancia, de que el problema de la lógica en la vida del hombre no tenga su adecuada solución metafísica.Posiblemente esa sea la explicación más plausible del enunciado de Walter Benjamín que cita Jorge Fornet en su trabajo sobre Onetti :"Solo para la humanidad redimida se ha hecho el pasado citable en cada uno de sus momentos".
La idea del Hombre que da Nicol nació en los albores del mundo helenico, en donde el hombre por primera vez creo una verdadera noción de responsabilidad, al romper con la vida que era antes puro destino, para empezar a complicarse con la intervención del designio voluntario."Es decir, frente a la necesidad que es el destino--arguye Nicol--el hombre comienza a reaccionar por su propia cuenta y a percatarse de que por inflexibles que sean los límites en que debe transcurrir su vida, queda entre ellos margen suficiente para una acción autónoma" ["La Idea del Hombre"pag 114 Editorial Stylo, México 1946 ]
Es pertinente hacer la salvedad de que no toda mujer constituida en jefa de familia está involucrada necesariamente en este proyecto
Este pensamiento de la implicación directa de la mujer en el proyecto negativo de la Modernidad, hace comprensible que, por su rigor destemplado y su ciega entrega a esas depauperaciones, podamos pensar que sus actuaciones domésticas estructuradas de un modo totalmente determinista representa una agresión a nuestras propias expresiones de identidad, pues se sabia que éramos parte de una modernidad que es alternativa de la triunfante y pragmática, y que pone la justicia por encima del éxito, y que es capaz de enderezar el progreso hacia la realización de las esperanzas latentes en nuestras raíces utópicas.Asi, el concepto de " la Cuba Secreta", que le fue usurpado a María Zambrano por la interpretación Origenista de "la Patria anterior al nacimiento factico", o de "la proyección utopica", como diría Cintio Vitier en su artículo de la Revista " Revolución y Cultura"Num 1 de En-Feb de 1993, y que Lezama, con mucho menos determinación que Vitier, se inclinaría a definir mas bien como aquella que guarda "la inserción de la conducta en lo historico", como diría en su artículo de la Revista de la Biblioteca Nacional de Cuba en Agosto de 1988, porque también en sus respectivas épocas juveniles ya "a lo popular no les eran cómodas resoluciones de forma o de signo".Pero lo cierto es que esas concepciones han resultado ser encubridoras de un deletéreo determinismo teleologico, que se mueve en el ámbito de la subjetividad, es decir, de la actuación que se fija su propia meta, y que vendría a ser algo así como el contenido de la firme y misteriosa reticencia que Lezama observó en 1936 en su coloquio público con Juan Ramón Jiménez en La Habana, y que presumimos que con mucho motivo se abstuvo de relatarlo Lezama porque descubrió que nuestro sueño no iba hacia lo bueno.Sin embargo creemos que lo que se reservó era mas o menos esto que estamos diciendo aquí y ahora.A la pregunta de por qué decimos que la mujer, bajo su concordia con este avatar presente del Espíritu Absoluto, desgarra nuestra identidad, contestamos contrariando las palabras de Cintio Vitier en su artículo citado en la Revista "Revolución y Cultura" de Febrero de 1993, : que nos ha hecho renegar de "la única conquista de la que no podemos renegar: la que Marti llamara "la conquista de la familia"["Latinoamérica;integración y utopía" pag 6 Revista "Revolución y Cultura"]¿Su papel no es el de un rol desintegrador acaso de este vínculo irrompible? La unidad fundamental del hombre no se puede lograr con ese salto atrás que es la convicción de que la vida del hombre solo tiene que regirse y preocuparse por el mejor acomodo posible dentro de las circunstancias objetivas, sobre todo, cuando ese "mejor acomodo"carece de límites.El proyecto utópico necesita primero ser depurado de la conquista suprema del hogar por las mujeres.Hay unas palabras que dijo Diony Duran, Doctora en Filología por Universidad de Humboldt de Alemania, en un Simposio sobre Pedro Henriquez Ureña, que vienen bien a la definición de la praxis revolucionaria cubana:"América entraba en la hispanidad con la resistencia oculta de ampararse en su propia utopía"[Revista "Revolucion y Cultura"Num1 Enero -Feb 1993. "Pedro Henriquez Ureña y la Utopía de América"]. Los regímenes militares, como dice Jorge Enrique Adoum, , no brotan por generación sin germen, ni vienen de otro astro.Ese es el contenido de la superdeterminacion de la contradicción marxista entre la redistribución del producto del trabajo, y la opresión de esas estructuras redistributivas del trabajo a nivel social, ya que en Marx desaparece la sociedad civil porque la vida material se convierte en el único principio de inteligibilidad universal de todas las determinaciones;y esa es la manera en que la contradicción marxista de la sociedad se refleja en esa superdeterminacion. Lo político y lo ideologico no serian mas que el puro fenomeno de lo económico.La respuesta a la pregunta de Louis Althusser:¿cual es el lazo necesario que une la estructura propia de la contradicción en Marx, a su concepción de la sociedad y de la historia?, se la responde el mismo cuando dice "que los comportamientos individuales económicos son medidos por primera vez en su condición de existencia" ["Contradicción y superdeterminacion" pag.23 L.Althusser Ediciones Venceremos 1963]. Medicion que hace imposible objetar al neurótico y al histérico sus síntomas, ni siquiera dentro de la familia.Y estas implicaciones han sido asediadas perifericamente tanto por el feminismo cubano, como por el mexicano y el argentino, y con mucho más profundidad por el estructuralismo frances, a través de autoras como Helene Cixous o Julia Kristeva. Pero ya a mediados del siglo pasado el filósofo mexicano intuía esa realidad embrionaria entonces, cuando escribio: "...este problema de la temporalidad origina en la mente de los hombres la idea de una dualidad interna en la condición humana, pero ese pensamiento es un balbuceo todavía, y no posee siquiera las palabras con que articular sus intuiciones" ["La Idea del Hombre" pag. 28 ]
Quizas sea solo a través de su literatura que sea posible comprender que la mujer se alió a un afán de Poder "porque este esta fundado en un error de perspectiva histórica" [Ob.Cit. pag.111 ] que ella misma comparte; error que se basa en concebir el llamado "espíritu de comunidad" o bien como inocencia de la individualidad del hombre, o bien como renuncia a sus designios autónomos, porque en tal concepción no interesa que el hombre encuentre un objeto de dedicación superior a sus propios intereses particulares, sino solo que acentúe el valor pecuniario de su acción como individuo, algo absurdo en la Grecia Clásica, donde la voluntad de poder nació como una noción de autonomía vital del hombre, donde el producto primero de esta conciencia no eran actos, sino palabras, puestas totalmente en función de un sentido de servicio a la comunidad que estaba servida por los mejores y más capaces .
Aquí es pertinente hacer la salvedad de que no toda mujer constituida en jefa de familia, está involucrada necesariamente en ese proyecto negativo de la Modernidad; porque la diferencia de sexo es la diferencia natural más profunda que existe entre los seres humanos, y va unida a un elemento fundamental de la naturaleza humana de tal riqueza y de aplicaciones tan múltiples que resulta imposible formularlo como una voluntad general de no echarlo en falta por la mujer. Por tanto, nos referimos solo a aquellas que desacatan el hecho de que la moral familiar es una moral natural; y sobre todo a aquellas que se sienten parte indisoluble de los hombres que se acogen a su fundamental limitación: la temporalidad, porque estos son los mas idóneos y naturales aliados de ella en su tarea de prohijar la vanguardia de la propaganda política cada vez más laica, donde lo extraordinariamente significativo de dicha cooperación se produce en el protagonismo en la tarea de coartar la llegada a los destinos, porque de acuerdo a un orden donde--como decía hace años Lezama Lima en un trabajo recordando a su amigo Guy Pérez Cisneros--el Estado "es toma de poder, irrupción, estreno de una generación, chispa energética que contrae la masa y la cruje, derivando nuevas radiaciones para enarcar las zonas indolentes hacia su forma y su ejecución" ["Recuerdos: Guy Pérez Cisneros" pag 26 en Revista de la Biblioteca Nacional José Martí, num. 2 mayo- agosto 1988 ], y a una sustitución aviesa del hombre por la mujer en la familia, el destino no debe ser ya el curso prefijado de los actos, cuanto la sanción que ellos ameritan consiguientemente.Para dicha perspectiva política esta colaboración es preciosa porque de esta forma no sería posible establecer la conexión estrecha entre historicismo y temporalidad, bajo cuyo régimen se posibilita la división radical tanto en el plano familiar, social o político del hombre, como agente creador de la historia;es decir, como individuo que ha adquirido la independencia de acción, la autonomía de su designio, y el hombre que no ha adquirido aun su plenitud humana porque está sometido al tiempo.Siguiendo la lógica de esta idea, la mujer entonces no tendría necesidad de un semejante complementario, como manda el derecho natural, sino de un semejante igual, pues la repercusión del sexo en el conjunto de la personalidad, no se limita a satisfacciones propiamente fisicas, sino que tiene un carácter moral, y al negarle la mujer al hombre el desarrollo integral de su persona, no solo se lo niega a si misma, sino que iguala su consorte a ella, ya que solo bajo ese requisito tal vez se pertenezcan totalmente.A veces, cuando aparece el cónyuge indigno que hace imposible la vida conyugal, es precisamente a consecuencia de esta zona vedada de la superacion integral del hombre, y se interpreta erróneamente como mal carácter.Ese es el único caso en que el hombre supera a la mujer como amiga de la condición del tiempo que se asesina a si mismo. ---------Fin Cuarta parte
El concepto de La Cuba Secreta le fue usurpado a María Zambrano por la interpretación que hicieron de el los líderes del Grupo Orígenes