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El cubano Pablo Santa María pertenece a la saga de los tenores populares latinoamericanos
Pablo Santa María y la saga de los tenores de la música popular
Antonio de la Maza
El cantante cubano Pablo Santa María (La Habana, 1947), pertenece a la extraordinaria saga de los tenores de la música popular latinoamericana, junto a los mexicanos Jorge Negrete, José Mojica y Pedro Vargas y los cubanos Fernando Albuerne y René Cabell.
Intérprete de profundo registro que abarca varias octavas pianísticas, fue alumno de Marcelino del Llano y Roberto Marín, compañero de faena musical con Kenny Rodgers, Enmanuel, Salvatore Adamo, Andrea Bochelli, Camilo Sesto, Oscar Petersen, Lola Flores, Dizzie Gillespie, Massiel y admirador y amigo de la estrella de beisbol Rey Vicente Anglada.
Esta es una entrevista para Cubarte.
-¿Cómo descubrió su vocación en el Cerro, su barrio natal, rodeado del célebre Stadium, y de personalidades como la estrella de beisbol y manager de las selecciones Cuba, Rey Vicente Anglada, o el Ex cantante de Los Van Van Miguel Angel Rapsals (Lele).
-Desde pequeño gracias a mi querida madre, estuve emocionalmente muy involucrado con el tema de la música, aunque creo que la traía conmigo desde el vientre de la vieja.
Ella para tranquilizarme (porque era muy travieso e hiperactivo), ponía delante de mi cama la tabla de planchar, (en aquel entonces ayudaba a mi padre lavando y planchando para la calle) y me cantaba infinidad de temas sobre todo de la trova tradicional.
Llegamos a hacer duettos que me dejaban muy impresionado, pues mi madre cantaba muy bien, y así aprendí desde niño muchísimos temas de la trova tradicional.
Confieso que siempre me gustó el drums, instrumento que logré estudiar en excelentes conservatorios como el Amadeo Roldán y la ENA.
En mi casa existía un ambiente musical, mi padre, por otra parte, cantaba muy bien, y tanto él como mamá eran personas muy alegres, a esto se añadía que el esposo de una tía mía (hermana de mi viejo), fue cantante profesional muy conocido en la época de Pablo Quevedo, se llamaba Alfredito Abascal, un artista que me aconsejó y enseñó muchas cosas, antes y después de convertirme en solista.
Hay una anécdota que sucedió después y me gustaría resaltar, aquello se remonta a cuando yo contaba con alrededor de ocho o nueve años…
El dueño de una carbonería situada detrás de mi casa, le preguntaba a mi vieja la hora en que yo me bañaría, con el objetivo de escuchar las canciones que yo inocentemente cantaba debajo de la ducha, eran temas como Granada, Júrame y otros, parece increíble, pero así fue.
Puedo referir desde muy pequeño era fanático a todos los cantantes de la época, como Fernando Alvarez, Benny Moré o Rolando Laserie.
A mi, me llamaba mucho la atención lo que hacían y cómo lo hacían, también la orquesta Aragón, de la que te puedo decir que conozco todo su repertorio.
Sobre el extraordinario pelotero Rey Vicente Anglada puedo decir que lo conocí bastante, me maravillaba cómo ayudaba a su abuela. Yo lo aconsejaba, pues soy mayor en edad que él. Hablábamos mucho, tuve el privilegio de verlo convertirse en la mejor segunda base de la historia de Cuba, y también sufrí las injusticias que se cometieron con él. Lo disfruté mucho.
Después de la música para mi no hay nada más fascinante que el béisbol. Soy, además, un industrialista connotado y convencido.
En cuanto a (Miguel Angel Rapsals) “Lele”, también tuve la suerte de conocerlo. Una hermana suya estaba casada con un primo mío, y recuerdo cómo iba a mi casa a conversar con mi mamá a la que quería mucho y el proceso en el que se convirtió en el gran cantante de Los Van Van, imponiendo un estilo de como cantar la música cubana como nadie.
-Qué recuerdos tiene de su etapa en el Servicio Militar Obligatorio y su participación en esa gran escuela de músicos cubanos que fue la banda de música del ejército?
-Es bueno señalar que me incluyeron en un llamado especial que se hizo para nutrir de músicos estelares a la Banda de música del Estado Mayor General de las Fuerzas Armadas Revolucionarias y estuve entre los seleccionados.
Mis recuerdos de esa etapa son muy gratos, ya que aprendí muchísimo en todos los aspectos de la música y como hombre, además de que aproveché muy bien todas las oportunidades que se me ofrecieron allí, no solo en la música donde fortalecí mis conocimientos.
Por ejemplo, también estudié locución y narración deportiva porque la dirección política de las FAR me envió a un curso en el Instituto Cubano de Radio y Televisión, el que culminé con muy buena calificación. Por propia iniciativa participé en el curso para narradores deportivos que impartieron personalidades de la historia de la locución cubana como Bobby Salamanca y Eddy Martin - quien era mi vecino desde pequeño y hasta me llevaba a la escuela, junto a su hijo Eddy-.
También recuerdo al periodista, locutor y compositor Rubén Rodríguez, que creó una muy buena obra de la cancionística como Persistiré. Todos ellos fueron más tarde mis buenos amigos y mentores.
En la Banda de música llegué a ser el Tambor mayor y por decirlo de alguna forma el jefe de personal. Conocí toda la Isla y a todos los grandes artistas cubanos de la época que trabajaban junto a nosotros, tengo muy gratos recuerdos de mi permanencia en las FAR.
-Por qué escogió la batería?
-Siempre me extasiaba cuando veía actuar a los grandes bateristas en especial a Walfredo de los Reyes y Guillermo Barreto, también recuerdo a Rolando Laserie cuando era percusionista en la orquesta de Benny Moré y decidí matricular el instrumento en el conservatorio Amadeo Roldan.
Tuve la fortuna de recibir clases de grandes profesores, como Fausto García, Domingo Aragú y Guillermo Barreto, de este ultimo puedo decir que he sido de los pocos que él autorizaba a tocar en su drums personal, privilegio que para mi fue como un premio.
-Usted pertenece a una fomidable generación de artistas ¿a quienes recuerda y cómo los recuerda?
-Creo que mi generación ha sido la más numerosa en dar a luz grandes cantantes que están todos en activo y con gran dignidad y calidad. Mantengo contactos con todos, incluso los que viven fuera del país. Y en la peña que actualmente dirijo ellos me acompañan.
-¿Su primer grupo?
-Fue en la segunda enseñanza y se nombraba Los embajadores, después trabajé con Lisa María Guell, Los Astros de Raúl Gómez y Los Dorados, nombre que tomaron cuando se marchó Raúl
-¿Los Llama?
-Por una encerrona de su director Armando Noda y mi admirado amigo, el Cheff internacional Gilberto Smith, a quien consideraba como otro padre, di mis primeros pasos como cantante en ese grupo, con la canción Y volveré, un cover de Los Angeles Negros.
¿-Por qué no quiso ser un Irakere? -Ese fue un error que cometí por inmaduro
Ahí empecé a convertirme en un cantante popular. La gente alababa mi voz, el registro, se interesaban en verme actuar. O era un muchacho, con muchas ganas de hacer cosas.
Los Llamas pronto escalaron a la lista de preferencias. Ese grupo me dio a conocer como cantante y le estoy muy agradecido, me creó condiciones futuras. Siempre tengo muy presente y tendré como momentos muy importantes en mi vida a Los Llamas y Gilberto Smith, por el extraordinario estímulo, la amistad como religión, la bondad y el amor a la profesión.
-¿Los Bucaneros?
-Con Los Bucaneros yo hacía grabaciones tocando la batería desde mucho antes, siempre fue mi cuarteto preferido. Lo considero el grupo vocal cubano más importante de nuestro país. A Roberto Marín, su director, lo estimo como el mejor montador de voces que hemos tenido. Conservo sus enseñanzas, mucho le debo como cantante, pues descubrió todas mis facultades vocales que yo desconocía porque era muy novato.
Roberto me exigió que tomara clases de canto para que perfeccionara mi instrumento y gracias a eso recibí la instrucción de Marcelino del Llano, que fue a su vez maestro de la gran soprano cubana María Remolá y de muchísimos otros grandes intérpretes. Los Bucaneros fue como un gran trampolín en mi carrera.
Por ese grupo pasaron importantes cantantes como César Odio, Alberto Pujols ( el padre del conocido actor), Raúl Gómez y Pablo Milanés.
-Pablo en solitario
-Sobre mi carrera en solitario la considero en sentido general muy buena, aunque con altibajos que considero necesarios porque los reveses ayudan, te hacen mejor artista. He tenido encontronazos con gente mal intencionada, pero la vida es sabia, ya no cuentan, la rueda de la historia les pasó por arriba.
Como solista he podido viajar y actuar junto a conocidas figuras el pentagrama mundial como Kenny Rogers, Emmanuel, La Aragón (incluso en el disco nominado al Grammy titulado La Charanga Eterna.
Un clásico de la canción cubana como Tito Gómez me recomendó para asumir todo su repertorio con la Orquesta de Enrique Jorrín, cuando decidió jubilarse, eso es reconfortante. Han sido muchos los momentos felices de mi carrera.
-¿El Comandante Juan Almeida?
-Tuvo que ver mucho para que me convirtiera en cantante solista. Personaidad importante en mi carrera. El haberlo conocido de cerca ha sido para mi una suerte de bendición, por su extraordinario mérito, la sencillez, la modestia, la calidad humana. También lo considero un padre.
-Kenny Rodgers y Emmanuel?
- Al primero lo conocí en Viena en 1983. Se me acercó y dijo que no sabía que en Cuba existieran tan buenos cantantes como yo. A pesar de mi deficiente inglés pudimos establecer una conversación donde primó el respeto, el profesionalismo y la mutua simpatía.
Me dio la impresión de un hombre muy noble. Era un cowboy, alto y fuerte como John Wayne. Es una lástima que en aquel tiempo no existiera el correo electrónico, tal vez hubiéramos hecho algunas cosas juntos.
Con E nmanuel conversé en varias ocasiones en España y México. Hombre muy sencillo, incluso alternamos en dos ocasiones en el balneario de Cancún, era inmensante popular en aquella época.
-Por qué no quiso ser un Irakere?
-Ese fue un error que cometí por inmaduro. La inmadurez atenta contra las buenas decisiones. Reflexionando ahora me doy cuenta que mi decisión de no ser un Irakere estaba sustentada porque estaba cansado de los celos profesionales en las agrupaciones y por eso opté por seguir mi carrera en solitario.
Como era un solista reconocido, con muchos humos en la cabeza y para colmos mal asesorado, exigí que se pusiera mi nombre en el rótulo de la agrupación, cosa que naturalmente no fue aceptado. Chucho Valdés y Paquito de Rivera, mis amigos, se disgustaron mucho con mi actitud, también Carlitos del Puerto.
Con el tiempo aquel agravio se olvidó y seguimos trabajando, incluso juntos. Ellos me han acompañado.
-Le propusieron entrar a Los Van Van?
-Eso fue cuando yo estaba en Los Bucaneros que actué con Los Van Van dentro de un mismo show llamado, creo Color Caribe, en el majestuoso hotel Habana Libre.
Juanito Formell me habló al respecto, pero no llegó a concretarse porqwuer Los Van Van se fueron a España y después yo comencé a actuar como solista. Todo quedó ahí.
-Momentos felices
-Muchos, por ejemplo, el premio en el Festival de la canción de Dresde, en Alemania, que fue mi primera salida al exterior, o cuando La Faraona, Lola Flores me estampó un beso después de una actuación en España. El conocer mundo, mis varios encuentros con Fidel. Han sido muchos los momentos felices.
-Momentos tristes
-El más triste la pérdida de mi madre en un momento en que mucho la necesitaba y el haber tenido que lidiar con personajes que tanto daño intentaron hacerme, sin ton ni son. Afortunadamente han sido mayores los momentos felices. Gracias a Dios.
-Problemas de la música y los músicos cubanos
-Esa es una pregunta bastante escabrosa y difícil. Puedo decirte en este momento tan duro que no se caracteriza por el respeto ni a los músicos ni a la música, hay crisis, falta de fuentes de empleo y mucha influencia negativa de los gerentes que tienen que ver con las contrataciones de los artistas.
Tengo la impresión que lo único que les interesa a estas personas es el dinero, tenga el contratado la calidad que tenga. Para ellos lo importante es que el artista esté “pegao” como dicen. Se trata de un tema muy polémico e incluso sensible de tratar. Lo importante es que alguien tendrá que resolverlo.
-Presente de Pablo Santa María
-Acabo de grabar un disco en el que participan músico muy importantes. El equipo de trabajo reunido para esta producción es muy prestigioso, lo encabeza Juan Manuel Ceruto y fue grabado en los estudios Abdala bajo el sello Colibrí de mucha calidad en lo que hace.
Pertenezco a la Comisión Nacional de Evaluaciones y soy el presidente del Consejo Técnico asesor de la Empresa Ignacio Piñeiro. Todas esas responsabilidades me ocupan mucho tiempo, ero seguiré trabajando con ahínco, muy duro, y el ritmo que me caracteriza desde joven.
-¿Proyectos?
-Tengo proyectos muy interesantes y espero que se realicen. Por ejemplo estoy grabando con La Sonora Matancera que cumple 80 años de creada. El empresario que se encarga de nuestros tours en Martinica y Guadalupe que incluyen la grabación de dos discos, así como están contempladas varias giras a partir del 2012.
Ntérprete de profundo registro que abarca varias octavas pianísticas
También tengo prevista una invitación para diciembre de la orquesta con la cual viajé el pasado año a Francia y Senegal, así como un a gira por Estados Unidos.
js