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El Toque de queda puede llegar a ser para algunos una auténtica pesadilla. Con la nostalgia de la vida antes del coronavirus, hay quienes intentan burlar las medidas tomando decisiones para nada coherentes.
Así le ha pasado a un joven de Pontevedra, que, harto de tener que estar en casa a las 22:00, se las ingenió para disfrazarse de repartidor a domicilio y así campar a sus anchas saltándose las normas, según han informado medios locales.
El Fatídico plan consistió en pedirle prestada la mochila-nevera de repartidor a un amigo suyo que ejerce como rider , pensando que así no sospecharían de él por estar fuera de casa. Pero el joven no tuvo en cuenta un detalle muy importante, y es que los servicios a domicilio acaban a las 00:00 y él salió a la calle pasada la una de la madrugada.
Así fue como los agentes de la Policía Autonómica le dieron el alto y pudieron comprobar que la mochila estaba vacía y que el chico no era repartidor.
La próxima vez este joven se lo pensará dos veces antes de volver a ingeniárselas para poder salir a la calle pasado el toque de queda, ya que la multa por habérselo saltado oscila entre 1.000?y 3.000?euros, de acuerdo con las nuevas normas sobre la Ley de Salud Pública.