Cualquier proceso de mudanza, redecoración o reformas tiene sus dificultades, que pueden deberse a la distribución del espacio o al tamaño del mobiliario que se tenga que organizar en el mismo.

Un problema que se presenta con bastante frecuencia es que al momento de comprar muebles, camas, mesas, colchones o bases los compradores se dejan llevar por la apariencia o por las rebajas de temporada y no toman en cuenta  la proporción de éstos en relación con el espacio donde estarán ubicados, o las posibles dificultades que se pueden presentar en su traslado.

En el caso particular de los colchones y bases suelen tener medidas que exceden las dimensiones de los ascensores de pasajeros, y dado que la mayoría de los edificios residenciales no poseen ascensores de carga, terminan siendo trasladados por las escaleras.

Sin embargo, las escaleras tampoco suelen tener dimensiones amplias, lo cual también constituye un inconveniente, pero esa dificultad puede ser superada si se estudian las alternativas posibles dentro de los límites de la edificación.

Si se trata de un departamento que tiene balcón amplio puede optarse por el uso de una polea con cuerdas lo suficientemente resistentes como para cargar el peso, a fin de evitar el entramado de las escaleras.

Si no se cuenta con un balcón amplio, debe estudiarse la posibilidad de usar una polea en el pasillo interior de la escalera, pero si el espacio es muy reducido debe tratarse de subir el colchón en una posición inclinada a modo de romboide para que ocupe menos espacio. Esto es válido para toda clase de colchones, bien sean individuales o matrimoniales, colchones para deportistas, sportcolchon, entre otros.

En cuanto a las bases puede examinarse la posibilidad de desarmarlas antes de subirlas, y en caso de no ser posible, puede hacerse la operación antes descrita de colocarla inclinada en posición de romboide para disminuir el espacio que ocupa.