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Karl Marx. El soñador que trajo la masacre al mundo

18/07/2018 15:00 0 Comentarios Lectura: ( palabras)

Cuando Karl Marx escribió su fábula comunista no tenía en mente que sería usada por líderes totalitarios para atraer sociedades para luego ser dominadas bajo un manto de sangre y muerte

Karl Marx. El soñador que trajo la masacre al mundo.

 

Cuando Karl Marx creó la fábula de su teoría comunista no contó con que iba a convertirse en la formula preferida de los peores tiranos en el mundo para llevar las masacres más emblemáticas de la historia.

Y es que las muertes producidas por el uso de esta fábula son incuantificables, desde los primeros totalitarios como Lenin, Stalin, Castro, Mao.  Hasta los actuales Kim Jong-un, Nicolás Maduro …

Sin embargo Karl Marx era un soñador que enseñó una idea que servía para ser utilizada como un libro de auto ayuda, esos que te dicen como debería ser la vida si el ser humano y la sociedad fuera perfecta, sin embargo el hombre dista de serlo, para que la fábula comunista pudiera ser implementada lo primero que debe pasar es que el hombre se reinicie y sus cerebros se fundan para constituir uno que no provenga de la evolución.

El cerebro humano no es perfecto, no fue hecho de una sola pieza en un solo momento, eso solo pasó en las historias religiosas donde cada cosa en el mundo fue creada en un día y a pesar de ser lo más improbable del mundo la gente cree en ello, o se hacen los desentendidos.

El cerebro humano es producto de millones de años de evolución, empezó con la primera capa, el cerebro reptiliano, llamado así por el gran parecido con los cerebros de los primeros reptiles que habitaron el mundo. Este cerebro fue diseñado para la auto conservación, es un cerebro simple que responde en forma veloz a lo que sucede a su alrededor, con la misión de ordenar al cuerpo a hacer dos cosas básicas. Huir o atacar. Simple preservación. La primera de las premisas humanas,  es el Yo por sobre todas las cosas. El egocentrismo. Padre de la envidia, y ancla para la manipulación de filosofías y fábulas que la alimenten.

El cerebro primitivo es instintivo, no razona, para eso debió pasar muchos años, ya que la evolución creo sobre el cerebro reptiliano al sistema límbico o cerebro emotivo. Este cerebro también llamado mamífero fue el encargado de manejar las cargas emocionales y los sentimientos. Amarrado al reptiliano ejerce una gran presión sobre la conducta intuitiva que lleva al uso de la auto conservación y es el producto de caer de forma fácil en los líderes que imprimen una gran emoción a mensajes en torno a fábulas que lleven a la salvación del individuo.  Por último y más alejado,  luego de muchos años de evolución llega al fin el cerebro humano o neocórtes, llamado también el cerebro nuevo.  Este cerebro está al final, es por ello que razonar siempre es la última opción, los sentimientos y el instinto mandan. De ahí nace el arrepentimiento. El sentimiento que sucede a toda persona que de inicio apoya al líder comunista.

Karl Marx no fue el responsable de toda la muerte que gira en torno a su fábula, en realidad el fue un soñador que desconocía la realidad del ser humano. Simplemente es imperfecto y no puede sobrevivir dentro de una fábula de perfección.

Karl Marx un hombre con un mensaje inocente, una fábula, que fue utilizada para el exterminio

Prueba irrefutable de ello es que la historia marca que cada proceso comunista comienza con el lenguaje igualitario y culmina con una represión absoluta, donde la muerte es el resultado final, esto es porque el cerebro entiende que para preservar su vida debe revelarse al dictador que lo engañó, es ahí donde llega el arrepentimiento.  Sin embargo y a pesar que la historia es contundente, el mensaje de la fábula sigue siendo eficaz, y la muerte gira en el mundo gracias a ella.

El comunismo depende de que el ser humano sienta que el conjunto está por encima de la unidad, y ahí radica el problema, el ser humano dentro de su evolución tiene como premisa involuntaria e instintiva que el yó es primero, la auto conservación mueve al ser humano desde sus inicios.

Ese instinto fue el que llevó a un ser débil dentro de la pirámide animal a convertirse en el principal depredador sin contar con las habilidades físicas para serlo.  El instinto de conservación hizo al hombre y es por ello que sea imposible que este piense en la sociedad sobre el individuo.

Cuando el hombre toma la determinación de pertenecer de inicio a la fábula comunista es simplemente porque piensa en su bienestar, se ve igual que el que más tiene, no ve lo que la fábula predica, que es sacrifiquémonos todos a tener menos, trabajar en sociedad y que la igualdad sea lo principal . No, ese mensaje no llegaría al cerebro reptiliano, porque no llena la expectativa de la envidia, el principal motor de la auto conservación.

Sin embargo esa fábula si es la salida perfecta para los líderes que ambicionan el poder absoluto, llena por completo las características de conservación, donde el poder brinda seguridad, parte fundamental de la auto conservación.

No hay que ver mal al ser humano que fue arrastrado a la fábula del comunismo, esa es nuestra naturaleza, nacimos imperfectos y manipulables, nuestro cerebro no tiene protección contra eso, por ello Mao, Stalin, Lenin, Castro, Kim Jong y Nicolás Maduro se beneficiariaron.

El final de este artículo no tiene ningún mensaje positivo, las naciones seguirán cayendo en esta fábula, las múltiples muertes ocurridas por ella serán parte del día a día de toda nuestra existencia hasta que nos extingamos, que desde luego ocurrirá, producto del cansancio, porque el cerebro reptiliano es intuitivo y en algún momento dictará que la supervivencia solo se conseguirá con mortandad.

El cerebro humano es imperfecto, su principal motor es la auto preservación donde el individuo es lo más importante

Sin embargo Karl Marx no fue el asesino de masas, solo fue un soñador que desconocía que su trabajo era más un cuento infantil que un mensaje realista para unos seres imperfectos.


Sobre esta noticia

Autor:
John Literario (45 noticias)
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