¿Quieres recibir una notificación por email cada vez que Manuperiodista escriba una noticia?
Jolgorio: Regocijo, diversión con ruido y bullicio.
Cuando todavía Fernando Borrego Linares no había decidido convertirse en cantor, se vio forzado a realizar disímiles trabajos para aprender que la inspiración es más bella mientras más humilde es el hombre.
Allá, en las tierras altas de la Sierra del Rosario, traza el río San Juan una curva fluvial que llega hasta el llano y quizás desemboca en el mar.
En su corriente, el corazón de Polo Montañés está vagando, en sueños. En sus márgenes está su última casa, hoy Museo. Por sus campos bordados de pomarrosas, macurijes, almácigos y majaguas caminaba solo, a veces triste, otras cansado, siempre pensativo. Y, con la melodía del agua inventaba canciones. Por eso, no fue casualidad que el cantor del rosario naciera el 5 de junio, día Mundial del Medio Ambiente.
Virtuoso y honrado siguió andando y conoció la naturaleza, a su país y al mundo, experiencias que dieron por fruto a un "guajiro natural" de allá del maravilloso monte, quien montó más de un avión y siempre regresó a su pueblo querido de Las Terrazas.
El carbonero, devenido en compositor, retrató en sus canciones a la sombra más loca, a la paloma más blanca, a la araña más extraña y a una flor pálida en el camino.
La oscuridad puso casa en su vida y una noche, fantasmas y güijes, se llevaron cuerpo, alma y voz. El mundo no debía ser tan feliz.
Sin embargo, la Comunidad Las Terrazas se convirtió en refugio de guateques, controversias, descargas, conversatorios, y encuentros que inundaron la montaña de melodías y cantos dirigidos a las estrellas. Durante el Segundo Jolgorio para Polo montañés, celebrado los días 5, 6 y 7 de junio, parecía que cada visitante caminaba mirando al cielo. Se celebraba el 60 aniversario de su nacimiento.
En un bohío se recreó la vida pasada del montuno. Entonces arrancaron las canturías don la participación de improvisadores de toda la provincia y el país, acompañados por el maestro del laúd Erdwin Vichot, así como niños repentistas de la Casa de la Décima de Güines y Güira de Melena.
Durante el Guatecazo se presentó el coro Cantoría del Rosario bajo la dirección de Alina Orraca y la orquesta de guitarra Nuevas Liras, a cargo de Valentín Puente.
El Laboratorio Nacional de la Música Electroacústica estrenó piezas con letras de las canciones de Polo a cargo de los DJs Reitt, Kike, Wolf, Eddy GT, D´oy de Cuba y VJ Rafael Ruiz.
Para el segundo día Gigantería Habana recorrió el pueblo al ritmo de la Comparsa del Mariel. Además, el Grupo de Teatro Cuenteros utilizó la Plaza comunitaria para poner en escena la obra "Fantasía", bajo la dirección artística de Malawe Capote. Inspirada en el poder de la naturaleza como creadora de la vida y dadora de emociones.
En la tarde se proyectó el audiovisual Entre surcos de cuerda, de Luis Hidalgo Ramos.
Para la noche se preparó un concierto-homenaje con la intervención de Vania Borges, María Elena Lazo y de los hermanos Cristian y Rey Alonso.
Para el domingo se realizó el conversatorio "Polo de la sierra a la fama" de la musicóloga Cary Diez. Además, en un momento de la mañana, Pancho Amat se encontró con la familia del montuno.
El concierto de despedida contó con la exhibición del espectáculo musical de los grupos Alabao, Terrason, Hermanos Morales, Son sin freno y del Grupo Polo Montañés.
En casas de campaña, cabañas, habitaciones o en las mismas viviendas de los terraceros se quedaron los cientos de fanáticos para escuchar la melodía que desde estas montañas despertaba la espiritualidad del maestro.
El Segundo Jolgorio para Polo montañés fue el éxito esperado. Algunas conjeturas advierten tal o mas cual problema de organización. Otras quejas resultan del exceso de música grabada que no remite a la verdadera raíz musical del homenajeado. Esos rezagos quedan como experiencias para que la fiesta, devenida en tradición por fuerza y voluntad de los amantes de la buena música, resulte tan aclamada y esperada por pinareños, artemiseños y cubanos, como han sido otras en el país. Desde ahora se puede avizorar que Las Terrazas siempre será un eterno Jolgorio.