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"El Fascismo Eterno" ( Final )

29/09/2018 12:40 0 Comentarios Lectura: ( palabras)

Finalmente pongo colofón a este trabajo proponiendo como remedio una solución blanda al problema cubano, que no por ser un expediente mas lenitivo, me persuado de su factibilidad

"El Fascismo Eterno" ( Final )

Yo planteo esto como una hipótesis de estado ideal para la situación específica de Cuba, al que se podría llegar no mediante una sublevación armada de un cabecilla del Ejército, o a través de disturbios callejeros como dictarían las premisas de la rebelión tradicional, si no por medio de una pacífica restitución del derecho, como si todas las cosas de pronto volvieran al cauce de su justicia natural por una polinización superdeterminada de la virtud que obedeciera a una toma de consciencia histórica encaminada a la abolición de la neurosis revolucionaria. Esa ha sido siempre la promesa del proceso de 1959.

Es verdad que lo que digo tiene el sello de un veto utópico ; pero si la realidad inmedia ta, que es el reino del hombre vulgar, fuera intervenida quirúrgicamente por una verdade ra voluntad de rectificación, simplemente voluntad de hacer verdad lo que hasta ahora ha sido mentira, se podrían ver esas "catedrales en el futuro" con las que soñó Lezama, y que fue la piedra de toque que escindió al Grupo Orígenes en la otra visión que tuvieron de Cuba el Grupo presidido por Severo Sarduy y Virgilio Piñera.

Para hacer el proceso menos traumático, podríamos empezar no de arriba a abajo, sino de abajo hacia arriba. Por ejemplo, si se reportara en las instituciones más próximas a la base de la sociedad, por citar una : los guardianes de las instalaciones del Estado, abusos de autoridad, que son las situaciones más comunes, donde la indisciplina que se genera entre los mismos sufrientes de las pésimas providencias administrativas, afecta a la parte mas responsable de estos, como sucede siempre, entonces, se arbitraría un castigo ejemplar : el culpable directo de esta indisciplina, con el cargo que tenga, se le ordenaría parquear su vehículo y ocupar la posición del trabajador que afectó, por tiempo provisorio, y colocar en su posición provisoriamente a aquel que dijo la forma justa en que habría que proceder. En cuanto al jefe máximo de la institución que conocía esta indisciplina y no hizo nada para remediarla, sustituirlo inmediatamente. Este proceder daría un vuelco de ciento ochenta grados al descalabro social. Esto es lo que yo llamo la utilización del gladio a la inversa. Pero, ¿quien dice que este metodo terapéutico pedagógico de la acción va a poder conducir, esposados como convictos, a los reos de pleitos oligofrénicos al horno en que se quemen esos personajillos satánicos de la Revolución.? Lo dicen aquellos mismos que dejan esa sola alternativa al camino cerrado de regeneración por la violencia, suspendiendo garantías constitucionales ; y lo digo yo también por haber logrado hacer fracasar la labor de victimarios sobre víctimas sujetas a su coyunda laboral, actuando revolucionariamente sobre jefes que los consentían. Si en mi caso, les hice conocer a esos jefes hechos que ellos desconocían, y que condenaron aplicando las urgentes medidas que se imponían, y dió resultado porque eran reales revolucionarios, quiere decir que esa apelación a la realidad política del jefe, puede ser un medio eficiente de acabar con el despotismo revolucionario, con tal de que se esté dispuesto a colectivizar la rectificación ; y esto quiere decir, por supuesto, evidenciar a nivel de prensa entre todas las cabezas capaces, el místico reino que reposa con mayúsculas bajo la ciencia, y que está, por consiguiente, por encima de ella, dominando las complejas exigencias de nuestra naturaleza total, pues en caso de que sean desoídas, ya no se podrá ocultar que el poder revolucionario esta haciendo conciliaciones con la muerte.

Esto evitaría todo movimiento subversivo del orden público, y de este modo las revoluciones solo podrían llevarse a cabo por las vías legales de la reforma, esto es, revoluciones de principios que se verificarán por los órganos de la legislación, de la prensa, de la cátedra, de la escuela, y aun del poder mismo. Revolución son los cambios que se adelantan a la marcha normal de los sucesos, y sobre todo, debe provenir de la mayoría del pueblo ; en cambio, este representa un proceso iniciado y apadrinado por minorías que propugnan cambios emanados de la autoridad competente para frenar la marcha anormal de las cosas, según formas legales y conforme en su esencia, a los principios fundamentales del derecho. Hablamos de remover obstáculos que traban la personalidad y tuercen su destino, pero sin violencia ilegal de la forma. El jurista argentino Carlos Sánchez Viamontes, citando a un jurisconsulto europeo muy anterior a su generación, de cuya fuente, entre otros contemporáneos suyos, surgieron estos criterios, pone en boca del Sr. Tissot, que: "Hay revolución si el pueblo cambia la forma de su gobierno después de haber derribado al enemigo interior. Si este cambio se opera de una manera pacífica, y se completa con el tiempo, hay reforma solamente." [ Ob.Cit. p. 65 ] Entonces aquí no hay crimen legal. No es un ataque contra las personas encargadas del Poder ; es una remoción de principios, un alumbramiento al fondo de los principios, que debiera avergonzar la veste filistea de los funcionarios de facto, cuestión que atañe al funcionario, no a la función ; al derecho administrativo, por desempeñarse este con alteración de la naturaleza del cargo o extensión de sus prerrogativas, y no al derecho político .Cuando esto se logre pasaremos del pueril cambio de palabras en los artículos de Proyecto de Constitución, al cambio completo de artículos.

Ni siquiera favorecer los cambios de una manera pacífica nos hace desoír las prevenciones proféticas de Nietzsche sobre la Revolución Socialista. No podemos prescindir de el si pretendemos reencauzar el ethos revolucionario. En una profecía asombrosa que nos deja pasmados por su proyección absoluta en el siglo XXI, afirmó en siglo XIX, que los organizadores del siglo venidero "construirán el siglo XX sobre las sólidas bases de la necesidad social, donde [ colocarían ] la existencia antes que el pensamiento, el cuerpo de la vida, antes que la frágil plantita pensante que Pascal identifica con la mente, y remata este acierto con esta cláusula admirable : "Por supuesto, estos grandes estrategas del destino humano necesitarían metafísicos que realicen el trabajo de pioneros de la ingeniería social, y se apropiaran de mi filosofía del poder como herramientas mentales" ["Mi hermana y yo" p131 Epígrafe 42 ]

Que forma tan imponderable de dejar en suspenso la formulación de una tarea que toda vía el siglo XXI no ha asumido en su peligrosa conflictividad, y que Nietzsche calificaba con el término misterioso de "ingeniería social", destinada a trabajar sobre los ascendentes grados de involución religiosa que ha alcanzado la anormalidad en la Era Postmoderna, donde ya no es tan fácil llevar a cabo aquello que planteaba categoricamen te Adler en 1912 : "Hay que desbaratarle el plan neurótico al paciente" ["El carácter neurótico" p. 101 ], porque la presencia de tendencias en conflicto, de cuyo contenido preciso el mismo neurótico no se percata, y ante las cuales automáticamente procura alcanzar ciertas soluciones de compromiso político, no hace sino crear una sociedad terrorista y aterrorizada, que prescinde de lo que hay que acometer urgentemente en beneficio neto de todos, por congraciarse con sectores arribistas rectores del misticismo colectivo, una de las características psicológicas de la neurosis revolucionaria que se caracteriza por tener un aire de revolución religiosa que le hizo decir a un psiquiatra ruso de la época de la Revolución de Octubre que los agitadores revolucionarios parecen poseer el alma y la mentalidad de sectarios. Esto no ha variado un ápice.

Como la cultura debe ser reconocida por el predominio de la bondad, para el Estado Socialista se convierte en amenaza

La neurosis es un foco de problemas enormes para cualquier conglomerado social por que está destinada a interferir las disposiciones normales del individuo, pero cuando se alía al misticismo por razones políticas engendra una fuente de miedo en el individuo normal, al proporcionar un medio casi infalible de someter a los demás a su servicio, cuando la política le dé aún mayor cobertura para pasar por alto su sentimiento de inferioridad. Unos de los primeros en revelar la carrera letal de este misticismo en la sociedad revolucionaria del siglo XX, fueron los doctores Agustin Cabanés ( 1862-1928 ) y L.Nass, que en su libro "La Neurosis Revolucionaria", se revelaron ya como esos trabajadores del subsuelo mental del hombre de que hablaba el visionario alemán cuando escribieron : "Es te misticismo es una forma de contagio mental que se desarrolla en la muchedumbre en el curso de todos los movimientos populares. Basta una fórmula vaga que se dirija mas bien a los sentimientos religiosos de un pueblo que a su razón, para crear algunas veces un vasto trastorno". Luego, para despejar dudas sobre el carácter del oscurantismo sembrado en el pueblo, dicen : "Entendemos por la palabra religion, una fórmula que puede muy bien ser atea, pero que tiene en si todos los caracteres de una creencia" [ Ob.Cit. p 321 ]

Nada hay que sustente mas una creencia mística que una figura de líder escapada sucesivamente de la muerte, así que el hervor místico cubano cuajó en la figura y en la leyen da de Fidel Castro, desde que los propios agentes de la tiranía batistiana se erigieran en defensores de su vida. No voy a hacer la historia de esos milagros que todo el mundo conoce. De su escape de la muerte minuciosamente planeada, más de 600 atentados, quien iba a decir que produjo la forma más pugnaz de terror revolucionario, porque los Órganos de Seguridad probaron--como Zenon--que el movimiento es imposible en función del espacio continuo, y esto lo iba a auspiciar, no ya la invulnerabilidad física del Comandante, sino también todas las jefaturas de extracción marginal y semi marginales que su aparato nombraba con objeto de normalizar esos acontecimientos anormales que habían llegado a ser un derecho.

Veamos nuestra situación desde el punto de vista que la profetizó Nietzsche : Como la cultura debe ser reconocida por el predominio de la bondad, para el Estado Socialista se convierte en amenaza, porque como dice Thiers "en tiempos de revolución se agita la hez de las naciones y por un instante llega a dominar a los hombres de bien" ["Historia de la Revolución Francesa" Tomo I, p 571 Luis Adolfo Thiers . Antonio Virgili Editores, Barce lona 1912 ] Instante cósmico en que la neurosis revolucionaria se encarga de llevar eso a su máxima expresión evitando el resarcimiento de las deudas de justicia, por una parte ; y por la otra, haciendo de la moral la parte más frágil de la vida del hombre, llevándolo a crisis inesperadas a la sombra del estado de espiritu de los que dirigen la opinión del pueblo, que son hombres afectados por los mismos factores sociales que estos enfermos, y no pueden descubrir la presencia de la angustia, que es una reacción desproporciona da al peligro o respuesta desmedida ante riesgos imaginarios : "Todos los síntomas de los neuróticos son presiones directas de esta angustia basica" expresó la psiquiatra estadounidense Karen Horney ["La Personalidad Neurótica de nuestro Tiempo" p 10, Edit. Paidos, Bs. As. 1951 ]; y cuando Marti dice : "el amor de Vergniaud hubiera salvado a Francia", esta contraponiendo la angustia neurótica que desató el terror de los jacobinos, a aquel elocuentísimo gesto de salud mental señalado por todos los historiadores en el sangriento episodio de la Revolución Francesa de la ejecución en masa de 47 girondinos en la guillotina, sentenciados por la Convención, donde el héroe, después de acusar a Marat de tirano, demostró el verdadero temple del eros comunitario al tirar el veneno que llevaba consigo, para correr la misma suerte que sus compañeros en el patíbulo.Esto no fue ejemplar solo para la Francia de entonces, sino también para toda la actualidad marxista de hombres que prefieren salvarse personalmente dejando el país al garete.Con aquellos girondinos todavía se podía hablar.

Por ello los conflictos no tienen solución justa en los tribunales muchas veces, o en una justicia más urgente aun, por esa fuerte vocación palingenesica del alma de la Revolución Francesa, en que los ministros de la nueva religión en las Fiestas del Culto a la Razón "se presentaban con los emblemas que se creían propios para cubrirlos de ridículo o de horror" [ "La Neurosis Revolucionaria" p. 339 A.Cabanes], y adquieren semejanza actual en la hipótesis de una etiología psicosocial, en que la inducción neurótica se da sobre un modelo de interacción personal que pretende neurotizar a los demás, vertiendo en ellos su insidioso proceso crónico infantil. En vez de reconocer esta actitud como una anomalía psíquica, el Estado la celebra como propia de alguien que se siente justificado ante ella. ¿Cuando este conflicto patógeno del individuo va a ser tomado como un recurso médico legal para invalidar juicios, para castigar en una misma reprobación la irreligion y la contrarrevolución?

Creo que con esto se rompe o se quiebra al menos, una de las proposiciones mas fuertes de la lógica sobre el fatalismo universal, pues Umberto Eco había dicho : "Ningún fascista ha podido jamás resolver esta contradicción" [" El Fascismo Eterno", p 53 en "Cinco Escritos Morales"] Fin. Raul Morin 27 Sept. 2018 5:14 PM


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Chaville (121 noticias)
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