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LA ESTRATEGIA Y UN NUEVO CAMINO Por: Eyder La O TOLEDANO(Publicado en el periódico venceremos, Guantánamo, Cuba) Para los caimanerense la maldita circunstancia –parafraseando el poema la Isla en Peso de Virgilio Piñera- no se circunscribe solo al mar que los bordea, sino también por la presencia de la ilegal base naval norteamericana que desde 1903 ha marcado el destino de quienes allí viven. Sobre lo que ha representado esa instalación imperial en la construcción de la identidad de los habitantes de ese poblado, e incluso de los guantanameros, no han sido pocas la indagaciones, mas el artista de la plástica Alexander Beatón y el realizador de televisión Pedro Gutiérrez acaban de emprender un camino que valora, juzga y representa esa hecho a partir del arte. El camino de la estrategia es la propuesta artística que ambos creadores exponen en la sala Antón Morales, del Consejo provincial de las Artes Plásticas, hoy a las 5:00 pm. La gran pieza consistente en dos obras instalativas: una es un documental y la otra un libro-escultórico (una mesa de 10 metros de largo) que semeja un muelle de madera. Integran la muestra más de 300 fotos a modo de reportaje periodístico.
El proyecto, resultado de una previa investigación según refieren ambos autores, plantea un discurso sobre las dimensiones de la cultura en el contexto de las redefiniciones locales, en el que el problema de la identidad no está suscrito a un lugar determinado, la raza, las creencias, al género, la orientación sexual, migración o emigración, sino a una circunstancia. Con El camino de la estrategia Beatón resultó premio Beca de creación Jorge Rigol 2009, de la Unión Nacional de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC), lauro precedido por su participación –uno de los dos guantanameros y de los pocos cubanos seleccionados- en la pasada Bienal del La Habana con la propuesta La raza permanente ."La pieza que exponemos centra su mirada en la memoria inmediata, por ser este el punto de observación indispensable a la urgente necesidad de visualizar, argumentar, comprender y participar de la historia", comenta Beatón luego de hacer un alto en el proceso de montaje de la pieza.Pedro Gutiérrez, por su parte, apunta: "Es un registro de entrevistas e historias personales y colectivas de pobladores de la localidad, quienes aluden a sus estrategias personales para construir sus vidas en medio de las circunstancias especiales de su entorno".
"Son muchos los porqué que originaron está idea –dice Beatón-, en principio Caimanera se revelaba como ese espacio a conocer. El proyecto es un viaje de autorreconocimiento, sobre aspectos que conforman nuestra identidad como guantanameros, al menos es lo que intentamos reflejar."A partir de nuestro concepto de identidad uno de nuestros intereses fue llevar a espacios visuales y teóricos nuestro contexto, el cual está vació de reconocimiento, de expresiones vividas, porque creo que Guantánamo como región, es un lugar inexpresado visualmente. "Por ejemplo, nuestros pintores cuando lo evocan se regodean en lo mismo, de manera paternalista, no hay una visión que parta de necesidades individuales.
"Uno es lo que dice ser, si no produces símbolos, imágenes, códigos, los otros no te conocen o solo ven lo que tú sueles dar. El escritor e investigador Víctor Fowler está terminando una antología sobre identidades cubanas, lo que tenía de Guantánamo era muy poco o lo mismo que todos saben, al conocer acerca del proyecto se interesó y ahora estamos comprometidos en dárselo". Manifiesta que no fueron a Caimanera a comparar sino a ver, y la obra parte de un compromiso sociológico más que antropológico. La búsqueda los llevó al libro Caimanera: una mirada diferente , de Ofelia García Campuzano, directora el museo de la localidad, y El manuscrito del fuego , texto perteneciente a El libro de los cinco anillos , del japonés Miyamoto Musashi, en 1643, que establece una analogía entre la estrategia de guerra a gran escala y el combate individual que debe sostener un guerrero.
"Este libro lo empleamos para ilustrar el imaginario visual, atesorado en nuestro guerreros caimanerenses: pescadores, marineros, salineros, carpinteros, antiguos trabajadores de la base naval, habitantes de un hogar de ancianos, campesinos y residentes del lugar", dice Beatón.