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La llamamos guerra híbrida, guerra industrial y comercial, pero es una guerra de cobardes, porque los autores de las acciones militares encubiertas no dan la cara para ser respondidos como enemigos, con lo cual se genera una espiral de violencia incontrolada
Ya nadie se acuerda del asesinato del general iraní Qasem Soleimani, por aquel entonces estaba Trump en la casa Blanca y se pavoneó de haberle dado muerte con sus drones, en una clara provocación, que no tuvo respuesta internacional.
Era la continuación de una serie de actos de piratería internacional en Oriente medio, que dieron como resultado la invasión de Irak y el asesinato de Sadam Huseín, la invasión de Libia y el asesinato de Muamar el Gadafi o la intervención militar en Siria.
Los EEUU y sus aliados abandonan de prisa y corriendo Afganistán donde ya no quedaba nadie a quién matar ni nada que robar, para concentrarse en la recuperación de su mayor y mejor mercado: la Unión Europea, esa que de la mano de Alemania había creado un importante vínculo económico y energético con Rusia.
Había que cortar el cordón umbilical que unía a Rusia con la primera economía de Europa y había que desgastar y distraer a Rusia en una guerra iniciada en 2004 con los sucesos del Euromaidán en Ucrania.
Para ello siguió el mismo esquema que en Siria, infiltrar nacionalistas, incitar al odio racial y provocar una guerra civil.
Rusia se vio obligada a defender a sus connacionales, esos que se asentaron en el Oriente de Ucrania durante la existencia de la URSS y que suponen la mayoría de la población del Dombás.
Las sanciones impuestas entonces a Rusia, no le movieron a cerrar sus gasoductos ni en Ucrania, ni en el Báltico, el compromiso era con las empresas que los explotan y no con el Estado ruso a pesar del intento propagandístico de confundir Estado y empresas.
La cuestión se entiende mejor con las declaraciones del Secretario de Estado Norteamericano: “La explosión de los gasoductos Nord Stream es una tremenda oportunidad para que Europa abandone su dependencia energética de Rusia, ahora Europa depende de gasoductos que pasan por Ucrania y Polonia, países aliados de EEUU”. 24 horas después Rusia cerraba la llave de sus gasoductos en Ucrania y se ponía en funcionamiento el gasoducto noruego.
Así que el gasoducto que une Noruega con Polonia es lo único que le queda a Europa del Norte y apenas llega para abastecer la mitad de las necesidades polacas.
Por consiguiente tendrán que comprar GNL a los EEUU, a precio más caro, con importantes demoras por transporte y dificultades para el almacenamiento, pero lo que realmente le interesa a los EEUU es la dependencia de sus aliados.
EEUU tiene que morir matando, no va a dejar de ser la primera potencia mundial, sin destruir a sus competidores
Es la guerra del gas, no es la guerra del Dombás y parece ser que el único que no lo entiende es el señor Zelensky un títere en manos del Tío Sam, que por cierto también se va a quedar sin gas.
La anexión del Dombás, ha puesto fin a la posible entrada de Ucrania en la OTAN y en consecuencia la guerra llega a su fin, ya no les interesa al Tío Sam y a sus Aliados que han conseguido cortar el cordón umbilical que unía Alemania con Rusia.
Para colmo de males, EEUU impone sanciones a Argelia que suministra gas a Europa con cuatro oleoductos, dos de los cuales pasan por España y que se verán cerrados en los próximos días, arruinando la economía del país africano.
Todo ello a regañadientes de buena parte de la oligarquía europea que ve como se encarecen sus costes de producción y su dependencia de los EEUU.
Y eso que se habían creído que la factura del Plan Marshall ya estaba pagada con creces, así que hubo que humillar a Alemania volando sus gasoductos y cortando toda dependencia de Rusia, aislar a la Europa del sur cortando el suministro de Argelia para volver a depender de los EEUU.
El regodeo no puede ser mayor ni más vergonzante para una Europa infestada de fascismo promovido y financiado por el Tío Sam.
Una Unión Europea débil, con una inflación que ha superado todos sus récords históricos y que la conduce a una recesión inevitable, gracias a las maniobras de su aliado…el Tío Sam.
España lo ha entendido bien y rápido por eso ha negado el Derecho a la Libre Autodeterminación del Sahara Occidental y reconoce la soberanía marroquí sobre estos territorios en su día de soberanía española, la razón es muy sencilla, Marruecos acaba de descubrir un importante yacimiento de petróleo y España se encargará de su transporte y comercialización usando el Gasoducto del Magreb, que cruza el estrecho de Gibraltar.
La Explotación ya es un hecho, la británica Europa Oil & Gas ya está en funcionamiento y ahora sólo resta enlazar y adaptar el Gasoducto del Magreb, España y Marruecos van al 50% en un negocio que alcanza los cien millones de Euros, casi el Producto Interior Bruto de Marruecos en 2020.
¿Se va a quedar cruzada de manos Argelia ante las felonías de occidente?
¿Qué va a hacer los pueblos de Europa arrodillados frente al Tío Sam?
@ordosgonzalo
gonzalo alvarez-lago garcia-teixeiro