Cada año, la presión profesional es más grande entre los chinos, alimentando un jugoso mercado, el de la cirugía plástica. Solamente el 1% de las operaciones las realizan cirujanos certificados, y por lo tanto los fracasos son numerosos.

Captura de pantalla de un establecimiento que practica el alargamiento de piernas en Pekín.

Los periódicos asiáticos informan regularmente el estado de pacientes con las piernas deformes o con huesos tan frágiles que ya no se cuentan las fracturas, o de otras personas que se han contagiado de todo tipo de infecciones después de alguna intervención estética. Según el periodista Emmanuelle Eyles, en tan sólo cinco años se malograron 200, 000 operaciones de todo tipo en China. Las víctimas no cuentan con ningún recurso legal para realizar una demanda.

La locura del bisturí no sólo pasa en China. Se está convirtiendo en algo muy común en toda Asia. Corea del Sur lleva la delantera, donde ahora se ha convertido en una necesidad para las personas, tanto hombres como mujeres. Las estrellas coreanas K-Pop son un ejemplo. En consecuencia, todo el mundo se parece y la gente se vuelve irreconocible, hasta el punto de crear confusiones o malentendidos incluso administrativos.