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Hago una Reseña Crítica del libro de Manuel Llorens, en la cual lo felicito por la buena providencia de devolverle la importancia al peso de los elementos políticos y sociales en relación con la cura psicoanalítica
Carta al Analista venezolano Manuel Llorens: Reseña de su libro “Psicoterapia Políticamente Reflexiva”
Estimado Colega:
De entrada me gustó tu trabajo porque desde su mismo comienzo percutes con mano fuerte el cuero de los dictadores; pero me equivoqué creyendo que tu escuela terapéutica tiene un gran influjo del Circulo de Frankfurt. Adorno te hubiera halado las orejas, mi querido compañero. Pero ¡cómo me gustó ese modo de rechazar el miedo!: “La política derribó la puerta del consultorio, y se instaló. No hay manera de esquivar las preguntas que nos hace.” Me parece, por momentos, que estoy dialogando con mi alter-ego.
Por lo menos allá la sociedad está abiertamente dividida, y estructurada por la línea de esa división. Allá está planteada la guerra, mientras que aquí el Gobierno mantiene en una fuerte interdicción a la lucha de clases. Martí decía que un pueblo que no protesta está desahuciado. Tal es el caso de nosotros: las protestas son muy aisladas, y aunque cada vez se sumen más, son muy pocas.
Al abordar los temas políticos y sociales como el último tabú del psicoanálisis, diste una clase magistral a todos nosotros; y no solo pones el problema humano dentro de sus contextos, en pugna con el modelo médico, sino que rompes con martillo hidráulico la dura sesera de los politicastros del egoísmo, canuto y rampante cual león en la heráldica en campo de gules.
Creo que he hecho aportes significativos en la investigación del área de violencia dentro del hogar, y he puesto especial atención en el peso etiológico que tiene las prácticas del socialismo tergiversado en el desarrollo de trastornos sicológicos en el individuo. Ya en mi último libro verifiqué ese impacto a nivel de la sociedad. Envié ese libro al Premio “Mariano Picón Salas 2020”, sabiendo que no voy a ser premiado por los jueces venezolanos, cuyo sabotaje político explico en mi libro. Véanse mis trabajos “Debate de la Familia Cubana: Panoplias para las Casas”, “Los Jefes y la Neurastenia”, “La Crisis de los Tíos”, “Las Enfermedades Neuropáticas y la Desprevención del Estado Socialista” “La Experiencia Paranoide”, “El Espíritu del Olvido: Ensayo de Psicología Clínica”.
Tu texto me sirvió para recapitular conocimientos de cosas que ya sabía, pero que me encantó releer por la frescura de tu exposición; pero también hablaste de cosas que no conocía, aunque sí a grosso modo, como la Revolución Cultural China, que si no estoy errado fue el marco donde Mao aplicó su llamada política de “Las Cien Flores”, tan parecida a nuestro llamado “Proceso de Rectificación de Errores y Tendencias Negativas”, que Fidel Castro implementó en Cuba en 1989; aunque la estrategia del Presidente chino fue mucho más macabra porque desplegó en ella una campaña de arrepentimiento de sus errores, que en su momento fue tenida por una sincera contrición de culpas políticas, pero era en realidad una trampa para atrapar incautos; y según cuenta Isaac Deutcher, le permitió descubrir a sus enemigos políticos, para ensañarse con estos patriotas que en esas circunstancias lo criticaron. No recuerdo el libro en que este autor cuenta esto, pero creo que fue en ese mismo libro donde leí que en ese período histórico había tanto terror que ni los propios miembros del partido, aun al más alto nivel estaban libres de pánico, y que la gente en Pekín tenía miedo de pasar por debajo de los altos edificios por temor a que los suicidas les cayeran encima. Además el escritor peruano Eudocio Ravinés, en su libro, “La Gran Estafa”, habla de esa peregrina ocurrencia de Mao que él denominó “El Camino de Yenán” o la Tercera Vía como alternativa al régimen soviético. Aquí en Cuba no se ven libros sobre la Revolución Cultural China, ni siquiera en las mayores bibliotecas, así que te agradezco la información.
Te agradezco también muchísimo la información sobre temas políticos vedados al conocimiento público de Nuestra América. Estaba ansioso por conocer la situación política real de Venezuela. Aunque sabía que Chávez estaba equivocado, simpatizaba con él, porque no sabía que era un impostor, un farsante, porque la propaganda socialista oculta tan bien las cosas que nos hace “esbirros” de buena voluntad.
Te acordarás de la última entrevista que le hizo su entonces Vice-Presidente, José Vicente Rangel, en la Escuela de Cadetes de Caracas, el día antes de partir hacia Cuba, para someterse a un tratamiento de curación en hospitales cubanos aunque todavía no se había detectado su enfermedad, y en la última pregunta su entrevistador le dice al Presidente Chávez, que qué pensaba de lo que andaba diciendo la prensa enemiga de que la Revolución Venezolana era un calco al carbón de la Revolución Cubana. Chávez resueltamente le contesta que “Esa era una jugada sucia de la contrarrevolución que estaba tratando de demonizar la Revolución Venezolana con la Revolución Cubana.”
Yo tomé esa respuesta por la actitud de un hombre íntegro, de una sola pieza y de una sola cara. ¡Qué equivocado estaba!. Cuando leí en tu libro todo lo que Chávez hizo para desviar las aguas públicas del verdadero surtidor humano, me sentí abochornado de mi propia ingenuidad, a pesar de que ya sabía que en Cuba hizo un movimiento extraño que me instó a desconfiar de sus pretensas bondades cuando puso miles de dólares para impulsar una inmensa tarea de oxigenación de la vida comunitaria, y los dejó en manos a las que esas tareas no importaban mucho, para que lo administraran.
Entonces, si lo que dicen sobre Chávez y Maduro en Tele-Sur es una patraña, ¿debemos creer en la realidad del Cartel de los Soles, integrado por los más altos dirigentes del Gobierno Venezolano, a quienes se identifica como narcotraficantes.? El Jefe de las Fuerzas Armadas General Vladimir Padrino López, declaró en esa misma televisora muy seriamente, el 4 de Abril, que “cuando se hacen acusaciones de esa envergadura hay que preguntarse, ¿dónde están las pruebas?.” Por fin el ex – presidente Rafael Correa cayó en manos de la justicia ecuatoriana, revelándole al mundo la otra cara de los Campeones de la Justicia social: la corrupción personal de los poderosos jefes de la sociedad “suciolista”. Hay que acabar con ese alevoso oxímoron de los “socialistas”, mientras sean los mismos hombres que no les interesa eso que Miguel Bonasso llamó tan poética como exactamente “el fuego frío de mil desdichas”, en su gran novela sobre la Dictadura Militar Argentina de 1976 y los Montoneros: “Recuerdo de la Muerte”.[Editorial Arte y Literatura 2006, La Habana, p.244 ]
Pero creo que hasta aquí llega mi acuerdo contigo, porque eso que tu llamas “consideraciones machistas en la identificación de la patología” [p. 41], está pasado de moda en Cuba. Debes saber que en este país, el machista, por lo general, no es el hombre, sino la mujer. Esto marca una enorme diferencia con respecto a la patología social latinoamericana.
Tu dices que: “el movimiento feminista ha ido mostrando cómo en numerosos contextos la mirada patriarcal tiñe las discusiones objetivas y científicas, ubicando detrás de una lógica culturalmente sostenida, la patología del lado de las características asociadas a la feminidad, y a la salud las que se atribuyen a lo masculino.”[p.41]
No dejo de reconocer que en cierto sentido tienes razón, y seguramente ella está en afirmar que el movimiento feminista ha aportado a la clínica psiquiátrica el haber podido rectificar el hecho de “que la raíz de los trastornos que solían dirigirse a factores internos, como predisposiciones constitucionales, o desarreglos neurobiológicos, hoy se atribuyan al impacto emocional debido a causas de violencia intrafamiliar, por abuso físico y sexual en épocas tempranas de la persona, que puede precipitar en la adultez una crisis que sintomáticamente puede parecerse a cualquiera de las categorías de diagnóstico psiquiátrico.” [ p. 140 ]
En hecho de que la machista en Cuba sea la mujer, marca una enorme diferencia con respecto a la patología mental latinoamericana
Eso está muy bien. Es innegable. Pero es que el feminismo, en su último avatar ha tomado la forma del predominio político, social y económico de la mujer cubana bajo la Revolución de 1959, y ese hecho la borró del espacio clínico como víctima y la convirtió en victimaria.
Si no hemos tenido en Cuba un movimiento político fuerte de enfrentamiento a la dictadura, tan masivo y organizado como en tu país, es debido a la fuerza que tiene aquí el movimiento feminista que ha desvirilizado al hombre, quitándole toda posibilidad moral de sublevación ante lo mal hecho, o lo torcido, porque ella lo ha obligado a apadrinar muchas acciones injustas a nivel doméstico para que no chiste después en el nivel social, pues ha educado al hombre en la separación de los hechos y los valores, adosando este sentimentalismo al prurito de ser “hombre”. Ya que tu criticas las pretensiones apolíticas del pensamiento psicoterapéutico, te diré que en el mundo de las relaciones de poder, no hay nada más apolítico que el feminismo. Por ejemplo, nuestra Ministra de Finanzas, Meisi Bolaños Fernández, en una Rendición de Cuentas a la Asamblea Nacional, el 25 de Junio de 2019, dijo que el desempleo en Cuba era de 1, 7 %, y que “estaba un poco alto”, y no sabía a qué se debe, pero—agregó—“no es por el salario fundamentalmente, porque hay trabajadores que abandonan puestos de trabajo muy bien retribuidos”; y lo dejó ahí, no le interesó ahondar en el contenido político que el asunto llevaba. Y como tu mismo dices:” La posición neutral podía ser peligrosa, porque frecuentemente deriva en una posición conservadora que se alía con el estado actual de las cosas, no favorece la aparición de miradas críticas y alternativas a las condiciones imperantes” [ p.168 ] El feminismo no se disocia del contexto socioeconómico, pero lo prostituye. Además está vinculado a la marginalidad de la praxis, pues la violencia familiar de la mujer está prácticamente institucionalizada en el ordenamiento jurídico cubano, y el Poder en Cuba usa esa estrategia para granjearse el apoyo mayoritario del público femenino, no por la letanía de haber sido un sector tradicionalmente explotado, sino por el cálculo de ser rentable políticamente contar con un problema de género resuelto y ganado de ante mano en la liza familiar. Lo que la Revolución está premiando al asumir el feminismo como política de Estado es ser agente del abuso de Poder y la represión que la mujer ejerce sobre los varoniles reclamos de justicia.
Por otra parte, discrepo radicalmente de esa afirmación tuya de “que se hace evidente que es ingenuo pensar que una psicoterapia familiar puede concluir con el descubrimiento del verdadero relato de lo que sucede en el grupo”[ p.177 ]. Lo dices de forma más inadmisible todavía: “El psicoterapeuta, enfrentado a un grupo humano con interpretaciones diversas, no puede ya aspirar a la construcción de una versión última y definitiva de la problemática, sino más bien la manera de convivir con las distintas visiones” [ p. 177 ] Me apena que un psicoterapeuta pueda pensar así. El ethos es inconfundible, y yo no estoy de acuerdo con las distintas visiones que se pueden hacer de un problema, porque la verdad esencial es una, no por capricho, ni porque lo hayan dicho los más grandes filósofos, entre ellos Eduardo Nicol; sino porque la coincidencia con el mundo exterior real es lo que se llama verdad, según el mismo Freud, y como no todo el mundo dispone de los materiales que ofrece la cultura para describir con la mayor aproximación posible ese mundo exterior, ya que el espacio subjetivo del hombre son construcciones realizadas a través del lenguaje, no todas estas construcciones salen ilesas de la prueba obsidional de su cultura que es este lenguaje.
Muchísimos filósofos han advertido este asunto a través de todas las épocas, adelantándose a la destrucción del mundo del hombre. Así Vatimo, por ejemplo, escribió:
“La negación de Dios, o la admisión de su muerte no puede dar lugar hoy a una “reapropiación” por parte del hombre, de una esencia suya alienada en el ídolo de lo Divino. Mucha obra apologética continúa extrayendo precisamente de aquí de manera implícita o explícita uno de sus argumentos contra el ateísmo, al que se acusa de preludiar necesariamente una destrucción general del hombre, en virtud de una especie de némesis.” [“El Fin de la Modernidad” p. 33 Editorial Gedisa, S.A. Barcelona, 1985 ]
El filósofo italiano, también llamado “el último de los Grandes Pensadores”, en el libro citado señaló insistentemente a qué tabla de salvación debe aferrarse el humanismo para evitar caer en ese vacío a que nos tiene acostumbrados ya la llegada de los bárbaros: “¿En qué sentido más preciso puede ayudar a comprender adecuadamente la crisis del humanismo la conexión indicada por Heidegger entre humanismo y metafísica? Sobre todo, según parece, en el sentido de conferir una significación filosófica precisa a un conjunto de ideas a menudo poco claramente relacionadas entre sí, que componen la conciencia de la crisis del humanismo en la cultura actual.”[Ob.Cit. p. 35]
Son muchos los filósofos que como Heidegger, Adorno, Vatimo, Habermas, Cassirer, incluso Derrida, están de acuerdo en vincular esta crisis del humanismo con un triunfo de la corriente existencialista dela filosofía ya en las primeras tres décadas del siglo XX, que desarrolló una hermenéutica con implicaciones anti metafísicas y antihumanistas, al cabo de la cual la técnica se impuso fácilmente sobre las Ciencias del Espíritu; haciendo un eclipse sobre los ideales humanistas a favor de la formación del hombre centrada en las Ciencias de la Naturaleza, pero partiendo de la reflexión sobre las Ciencias del Espíritu; es decir, partiendo de las exigencias de un saber metódico que estaba defraudado, no obstante, por una posición empeñada en reconstruir de manera no idealista la relación del pensamiento con la percepción, la corporeidad, y la vida emotiva. “Quien libera de las apariencias de debate metodológico a este núcleo humanista y lo plantea en sus términos efectivos de contenido teórico es Husserl---explica Vatimo---[ Ob.Cit.p. 36 ]; y con ello sembró una confusión grandísima en el mundo científico, que ha llegado hasta nuestros días, porque en sus trabajos no manifestó ninguna sospecha de que el haber puesto en movimiento semejantes mecanismos de deshumanización pueda indicar que algo no marcha bien en la estructura misma del sujeto, motivo del cual el padre dela fenomenología se arrepintió, dando fe de ello en una Memoria que presentó en el Congreso de Viena en 1935.
Vatimo se muestra más generoso aun e intenta dar una consolación más a los desafectos de las seguridades del actual mundo científico, explicándoles por añadidura que “la relación con la ciencia se considera así esencialmente como una amenaza a la cual el pensamiento reacciona cobrando conciencia cada vez más aguda de los caracteres peculiares que distinguen al mundo humano del mundo de la objetividad científica” [Ob Cit. p. 37 ]
De conformidad con lo antes dicho, tampoco puedo estar de acuerdo con eso que dices de que “la revisión posmoderna tiene la bondad de restarle peso al pomposo aparato científico”. [“Psicoterapia Políticamente Reflexiva” de Manuel Llanes p. 181 ] Creo que no solo yo; ni el mismo Jean Francois Lyotard, podría estar de acuerdo contigo. El más mínimo lamento del investigador francés en su famoso libro sobre la Posmodernidad debiera servir de vade-retro a ese adefesio del capitalismo tardío.
Y, ¿qué te puedo decir sobre lo que afirma el analista Pollock, de que “nosotros necesitamos la crítica que representa la Posmodernidad para contrarrestar nuestras tendencias omnipotentes y omniscientes”? [Ob.Cit. p 181 de tu libro]
Yo creo que no hace falta la Posmodernidad para que un terapeuta pueda revisar sus interpretaciones “para ver si calzan coherentemente con las teorías desde donde surgen”[ Libro tuyo p 181 ] Yo creo que un terapeuta debe apoyarse en las investigaciones de pensadores tanto de su propia esfera, como de otros campos afines a su labor, como hizo Freud cuando se apoyó en las investigaciones del psiquiatra húngaro Sandor Ferenckzi, para desarrollar su Teoría del Tótem, o en la de los hermanos Janet para su teoría del Inconsciente, ya que Pierre Janet, por ejemplo, tenía trabajos muy útiles sobre Disociación de la conciencia, para no hablar de otros como Pierre Maine de Birán.
Descubro en tu discurso una sintomática muy peculiar de estos tiempos dentro de ciertos grupos etarios de la sociedad cubana, y es que no sé por qué la palabra normadora suena a “imposición”, sin pretender serlo; veo como un complejo de inferioridad incorregible en ello, que trata de inculpar a la autoridad tradicional con un estigma de archidominación que yo no percibo ciertamente en los cánones normativos transgredidos, ya que en la situación actual no pueden soñar con imponer nada, tienen que ser más bien persuasivos. El debilitamiento de verdadera lucha entre corrientes científicas traen estos problemas. El lingüista ruso Mijaíl Batjin, cuando tuvo que responder a una problemática semejante en la literatura de su país en 1970 decía que las “perogrulladas” no se pueden entender fuera del contexto general de una cultura dada, y que, “como a menudo se hace, se la relacione directamente, por así decir, saltando por encima de la cultura, con los factores socioeconómicos, ya que estos factores actúan sobre la cultura en su totalidad.”[“Literatura, Cultura y Tiempo Histórico” Mijaíl Batjín en “Textos y Contextos” p 288 Compilador y Traductor Desiderio Navarro Tomo I. Editorial Arte y Literatura. C. de la Habana, 1985 ] Y precisamente ese fue el error en que tu incurriste impensadamente, sin atender a que esas son cuestiones de especificidad de la literatura, y que como dice el sabio ruso, “el especificadurismo estrecho es ajeno a las mejores tradiciones de nuestra ciencia.” [ M. B. : Ob. Cit. p. 289 ] Batjín bellamente dice que “la vida más intensa y productiva de la cultura es la que tiene lugar en las fronteras de sus distintos dominios, y no allí donde estos dominios se encierran en su especificidad”[Ob. Cit. p. 289]
Por lo demás creo que tu trabajo es tan bueno que casi agota la capacidad de investigación humana, y también la capacidad de responder a esa investigación. Ten Salud.
Raúl Morín, 6 de Abril 2020, 8:17 PM
Al abordar los temas políticos y sociales como el último tabú del psicoanálisis, diste una clase magistral a todos nosotros