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"Candidatura a la Asociación de Pedagogos de Cuba" I

15/06/2020 13:47 0 Comentarios Lectura: ( palabras)

A este trabajo pude haberle puesto el titulo de "Dilemas actuales de la Educación en Cuba", pero el principal designio del mismo es mi postulacion a miembro de la Asociacion de Pedagogos de Cuba, por entender la importancia de mis posturas pedagógicas

                             “Candidatura a la Asociación de Pedagogos de Cuba” ( I )

                                           Postulante: Raúl Morín Suárez

 

         Señor Presidente:

Si hablamos de pedagogía, se sobre entiende que estamos hablando de la intención de formar un                 campo de reconfiguración permanente que desafíe los límites de la comodidad burguesa, para inscribirse en un lenguaje de esperanza y diálogo. Lo digo porque entre nosotros la lectura de los entornos no solo amenaza a la impotencia mental y cultural del hombre, sino también sobre todo su hechura moral. Es conocido lo problemático que se ha vuelto hoy en día abordar los procesos mediante los cuales la gente se entiende a sí misma, y hace comprender los modos en que afronta a los demás, pues la producción cultural dentro de la sociedad pone de manifiesto relaciones de poder cuestionadas por lenguajes que permiten solidaridades, no solo de conocimiento, sino de cuerpo colectivo, para el cual no es legal elaborar el duelo según nos sea o no conveniente la queja del demandante. Es pertinente recordar aquí esta cita de Alfredo Ghiso, un educador colombiano: “Educar un nosotros que se forma en un contexto mediador, exige múltiples rupturas y desarrollar otras formas de establecer vínculos y lazos sociales”[ citado por Piedad Ortega, pag. 27 de su trabajo]

 

Señor Presidente; nuestro nivel de desarrollo pedagógico aún no tiene el potencial suficiente para acometer la tarea de enfrentarse a aquellas iniciativas y dinámicas situadas en la educación comunitaria, porque para ello tendríamos que empezar por un reconocimiento de las políticas culturales que sustentan dichas prácticas. Para disentir con climas intelectuales no llamados aún a un campo disciplinario propio, lo menos que se requiere es cierto aval institucional. Aún así, con el grado de deterioro existente es muy difícil restablecer las mediaciones entre el individuo y la cultura desde los contextos particulares de actuación, porque “el uso y funcionamiento de la noción de diversidad en las políticas públicas educativas—exactamente como nos dice la educadora colombiana Piedad Ortega Valencia—se inscriben en una noción cooptada y articulada a la de la población vulnerable”, [ “La Educación Popular y su Re-significación en la Pedagogía Crítica” p 132 en Simposio de Educación Popular y Pedagogía Critica] donde el yugo de las “mejores” relaciones humanas se hace lavar con falsedades de amor. ¡Y qué primor en la falsedad, Señor Presidente!. Es lo que dice Paulo Freyre, que estas personas se niegan a participar de la comprensión de su presencia en el mundo, y esa es la primera gran dificultad de soñar juntos en la búsqueda incesante de un mundo donde quepan todos.

 

Me parece que esas aseveraciones se quedarían desoladas y defraudadas de mí, si no les pongo a su lado el más vivo ejemplo de lo que digo, con la declaración más farsante que ha hecho pública la prensa nacional cubana en aras de confundir, obligando a apurar su incivilidad hasta las heces, pero que me está dando la razón cuando demuestran que están ajenos totalmente a las corrientes emancipatorias de la educación pública en Latinoamérica, cuando dicen que, según esos mismos códigos, el pueblo se está suicidando con los gloriosos estandartes de una lucha que abanderaron los más eximios pedagogos del anti-liberalismo mundial. Tal es el disparate de decir: “Determinados discursos sobre la realidad cubana tienen una notable prevalencia en las redes, poseen mayor visibilidad, entre otros factores, por alinearse con las narrativas hegemónicas liberales fuera de Cuba, u omitir la crítica en torno a ellas” [ Granma, 12 Mayo 2020 ]

Aquí me gustaría traer a colación lo que José Martí llamaba “correas del mismo arnés”, y son las palabras de un hombre al cual, el gremio le tuvo por paradigma, pues fue durante mucho tiempo Presidente de la UPEC, Ernesto Vera, ya fallecido. Cito en extenso la crónica que escribió para “Granma” con motivo de su asistencia al seminario que se celebró en Bogotá, Colombia, con el nombre de “Periodismo Siglo XXI”, por estar en desacuerdo con una declaración que hacía el Comandante Fidel Castro, un año antes, en la entrevista que concediera a la periodista norteamericana María Shriver, de la cadena de TV norteamericana NBC, el lunes 29 de Febrero de 1988, cuando ésta le preguntaba a Fidel, hablando de un periódico contrarrevolucionario clausurado por el Gobierno Sandinista:

Periodista: ¿Eso es algo que existe aquí? ¿Cree Ud. que fue un error?

Fidel Castro: No existe ni existirá. Le advierto que no existe ni existirá. Eso que ni lo sueñe nadie.

Periodista: ¿No habrá prensa de oposición aquí?

Fidel Castro: Aquí no habrá esa llamada prensa de oposición. Una prensa al servicio de los intereses enemigos de Cuba, de los enemigos de la Revolución, una prensa al servicio de la política de Estados Unidos, no hay ni habrá aquí jamás. Debo decírselo con toda franqueza.

Esta afirmación de Fidel Castro en ese mismo momento estaba en contradicción con ese esfuerzo de América Latina por resolver un problema latinoamericano que impedía la participación de periodistas en los asuntos internos de sus países, sacando partido del equívoco de llamar “prensa contrarrevolucio naria” a la prensa de oposición. Sin embargo, Ernesto Vera, hace todo lo contrario, y lo mismo; un año después, en la reunión de Colombia. Leámoslo; parece un paladín de la libertad de prensa, que es el espacio donde se hace posible ese pleno desarrollo de las facultades individuales que Fidel Castro defendía ladinamente en su entrevista con la periodista norteamericana:

“….aunque la mayoría de los adelantos científico-técnicos de la información están controlados por las transnacionales informativas, están convencidos de que prevalecerá la capacidad intelectual sobre la sofisticación del sistema tecnológico, y que las instituciones universitarias deben proporcionar a los estudiantes los equipos necesarios para entrenar a los futuros profesionales en la práctica, de manera que sepan usarlos y proyectar las nuevas formas de utilización de estas al servicio de los sectores populares….[ era esa] una tarea en la que no solo estamos comprometidos todos los pueblos, sino que nos lleva a convertir en realidad los enunciados tantas veces sugeridos y tantas veces necesitados por todos nosotros.” [ Granma, 18 Agosto 1989, Ernesto Vera ]

Nuestros programas educativosestán ajenos totalmente a las corrientes emancipatorias de America Latina

Si Ernesto Vera no mencionó ese equívoco en su crónica periodística, era naturalmente porque él estaba dispuesto a defender un falso dilema: ¿Está Ud. con nosotros, o con las fuerzas del mal?. En todo caso, como periodista no defendió la idea de la verdad más allá de la experiencia inmediata. Esto explica la metáfora martiana.

Responder a ese despilfarro de desvergüenza, cae dentro del deber de la pedagogía crítica porque es una manipulación deshumanizante que nos está convocando a que todo lo que huela a lucidez y  compromiso social, sea interpretado cuando menos como una limitación en el ceremonial de lijas y autobombo reconocido dentro del élan productivo, que practica una instrumentación revolucionaria turistizada. Este pensamiento de Granma no está elaborando inteligibilidad para comprender al espíritu. El ser resultante de ese juicio no es un ser posible dentro de la disidencia cubana. No se puede suponer aquí la existencia de la razón como garantía de la realidad del juicio, ya que ese juicio no nos permite situar al individuo en las dimensiones ciertas que dirigen las circunstancias de su historia. Tanto la periodista disidente Mónica Baró, laureada, por cierto, este año con el Premio “Gabo” de Periodismo, como el activista youtuber Yander Serra, enseñaron en las redes sociales el talonario de la multa de 3000 CUP, que le impusieron las autoridades cubanas por ejercer la libertad de expresión y de conciencia que esta refrendada y aprobada en nuestra Constitución para todos los cubanos, porque existe un anti constitucional Decreto Ley 370 que atenta contra esa dignidad elemental del ser humano, reconocida hoy en todas las latitudes del planeta. Hace 5 días el Movimiento por la Libertad de Expresión ( MOLE ), cuya vocera, la activista Camila Acosta, que fue periodista de la Prensa Oficial Cubana, informó a Radio Martí, que en lo que va de año, (13 de Junio) al menos 30 personas han sido multadas por la llamada “Ley Azote”, Decreto Ley 370. Y el 8 de Junio, Día del Jurista, esta activista en nombre de su Movimiento presentó una demanda ante 4 entidades del Gobierno contra el susodicho Decreto firmado por miles de cubanos: Fiscalía de la República, Consejo de Estado, Tribunal del PP, y Asamblea Nacional. Por otra parte, el economista Elvis Berrios Sardá, llevó también una moción de condena al Decreto –ley 370 ante la Asamblea Nacional del PP, el 8 de Mayo de este año, y después de tenerlo 5 horas detenido y de hacerle 5 interrogatorios policiales en una Unidad de Policía de San Miguel del Padrón, en Ciudad de la Habana, lo vigilaron al salir de su casa y le pusieron una multa de 50 dólares, al parecer por incumplimiento de medidas relacionadas con la pandemia del Covid-19. Están dándole golpes a los disidentes políticos detenidos: La “Dama de Blanco”, y presa política Aymara Nieto Muñoz, condenada a 4 años de prisión, fue golpeada en celda de castigo, noticia que se hizo pública el 5 de Junio de este año, lo mismo ocurrió a su compañera Bertha Soler. El disidente Miguel Borroto Vázquez, hecho prisionero el 13 Diciembre de 2019, por visitar la Sede de las Damas de Blanco en Ciudad de la Habana, fue condenado a 8 meses de cárcel, y liberado bajo fianza el 8 de Junio 2020; tambien fue golpeado esposado, y según cuenta él mismo, se le aplicaron técnicas de tortura. El 26 de Mayo de 2020 el activista José Antonio Pina denunció a Radio Martí que el día anterior las autoridades del penal donde se encontraba el preso político Sandy Fernández Ortiz, de 33 años, lo dejaron morir en la cárcel de “Malverde”, en Santiago de Cuba, alegando como causa de muerte una sepsis generalizada; pero ese activista de la “Alianza Democrática de Cuba”, alega que no fue esa la causa de muerte. El 10 de Junio, fueron detenidos, y golpeados salvajemente los disidentes Luis Manuel Otero Alcántara, y Maikel “Obsorbo”, el 12 de Junio en Altamira, Santiago de Cuba, fueron detenidos los disidentes, activistas de la UNPACU, Aqueo Báez, y su esposa, María Josefa González Viña, y ambos fueron golpeados; y del primero—dijo José Daniel Ferrer—“recibió una golpiza tan fuerte que le marcaron el rostro.” Otro disidente, Silverio Portal, del cual no puedo fijar fecha de detención, también fue golpeado tan fuerte, que perdió la visión de un ojo.

Yo no sé bajo qué conceptos se consideran revolucionarios y patriotas las personas que ejecutan y ordenan estas barbaridades, o es que los maltratos, los golpes, y los abusos tienen distintos significados según las épocas. La palabra “esbirro”, ¿ha cambiado el significado, y las acciones infames que aquellos realizaban antes de la Revolución, son meritorias hoy.? ¿Recordarán estos de hoy, que la afamada Revista “Bohemia” publicaba, antes de la Revolución, en grandes reportajes, todas las veces que al periodista Mario Kuchilán, la más combativa pluma que combatió las atrocidades batistianas, el ojo más fotográfico de la época, la policía le daba una salvaje paliza y después lo dejaba abandonado en las cunetas, como hizo con muchos revolucionarios? ¿Se llama pensar como país repetir las barbaridades de Ventura y Carratalá, contra una población que está ejerciendo su derecho de protesta contra las injusticias a sus ciudadanos, exactamente como lo hizo en su tiempo Mario Kuchilán Sol.?

 

Las lecciones más imborrables de la historia son las que más rápido se olvidan, y este insigne guerrero y Maestro de la prensa plana nos recuerda que el cubaneo vuelve a poseernos en los momentos más cruciales de nuestra historia, por esa habilidad extraordinaria que tenemos para practicar junto a la doctrina del “dulce para todos”, la explotación burguesa. Kuchilán Sol nos recuerda que no hemos dejado de ser socarrones en política. Hay circunstancias actuales, que gracias a los testimonios de ese periodista, nos permiten aseverar que en el breve Gobierno de la Pentarquía, ( 4-8 Sept 1933 ) los pentarcas, tan solo tres de ellos, ( José Miguel Irisarri, Guillermo Portela, y Porfirio Franca ), tuvieron más éxito en ese tiempo tan fugaz en devolverle al lenguaje su intensidad comunicativa, en otras palabras, limitar más la frustración revolucionaria, de lo que ha podido hacerlo la Revolución Cubana en 60 años, cuyo mayor éxito ha sido estereotipar un modo de vivir que tiene muy poco que ver con el lenguaje claro, y mucho de revuelta sargentera. La Pentarquía nació de una revuelta sargentera; pero la Junta de Columbia que nombró la Pentarquía, “estaba compuesta por 30 votos del Directorio Estudiantil Universitario, 10 del resto de civiles, y 1 por los Sargentos, que representaba Batista”. [ “Fabulario: Retrato de una Época” p. 78 Mario Kuchilán, Instituto Cubano del Libro, La Habana 1972 Ediciones Huracán.]

Lo más notable, para mí, y más misterioso que tuvo la Junta Revolucionaria de Columbia de 1933, que se conoció como Pentarquía, fue su premonitorio alcance; es como si nos quisiera acompañar en el tiempo para brindarnos una asesoría que nosotros nunca aceptamos, y dicho alcance está en que “el texto que explicaba la implantación de reivindicaciones revolucionarias al pueblo, no incluían, en el papel, al menos, las míseras demandas sargenteras”[ Ob. Cit. p 65, M.K.S.]; y también en que “en medio de las deliberaciones se imponía el programa del Directorio, antimediacionista, nacionalista, y opuesto a marchar tras los viejos símbolos de la politiquería”[ Ob. Cit. p. 67 M.K.] La mayor paradoja de la historia de Cuba nació cuando “esas fuerzas más radicales de izquierda que identificaban en los 5 pentarcas a 5 enemigos de clase”, [ Ob.Cit. p.78] tomaron el poder en 1959 y elevó a realidad, a terrible realidad para el pueblo, la voluntad política de los sargenteros, que hoy día acaparan en sus manos todas las industrias que produzcan divisas libremente convertibles.

Ayer, 10 de Junio, en el programa televisivo de corte jurídico “Hacemos Cuba”, que conduce el presen tador Humberto López, fue invitado el abogado Jefe del Equipo de Bufetes Colectivos de Las Tunas Dr Emel Valera Sabugo, que contestó preguntas que no fueron de mi incumbencia; sin embargo, no fue a él a quien se le planteó la gran pregunta de la noche, sobre si se hacía figura delictiva el hecho de tomar una foto o un video a un agente policial desempeñando una función impropia de su ministerio, y subirla luego a redes sociales. A quien tocó responder a esta pregunta fue a otro jurista, al Jefe del Equipo de Bufetes Colectivos de Santa Clara, Dr Joaquín Collado Galbán, quien dijo que el hecho en sí mismo no encierra delito alguno, en cuanto a tomar solo la foto se refiere, puesto que el agente de orden público no tiene una identidad secreta y por ello lleva en el pecho de la camisa de su uniforme el número de su placa policial. Pero si eso no constituye un acto ilegal, sí lo es, en cambio, subir con intención de queja a cualquier red social el desempeño pernicioso de ese agente grabado con cámara o celular. El hecho de difundir su actuación en las plataformas de internet sí es un delito, dijo el abogado.

Y yo quiero detenerme y analizar esto. El derecho, claro está, es la expresión del poder de la clase dominante, y cualquier abogado en Cuba hubiera podido decir lo mismo; pero la filosofía no sería filosofía si no toma conciencia de esa actividad delusiva del espíritu cuando escinde al hombre al tratar de expresar la verdad, porque lo divorcia de la actividad espiritual que transforma al mundo. Entonces su mundo no es el del espacio interpretativo que comparten los espíritus libres. Descubro algo muy dogmático en esa norma jurídica. No es en vano que existe la Filosofía del Espíritu como conocimiento de la vida del espíritu, que nunca descansa y constantemente genera ideas de toda índole., y por ello este necesita valerse de esa episteme como análisis de la verdad fuera del espíritu de sus obras. Si la policía está abusando de su derecho, excediéndose en sus atributos, o haciendo algo incorrecto;

¿por qué no quiere que se sepa eso, si es verdad que cree que con su personalidad honra a la institución.? ¿Porque se sabe que su personal no está educativamente apto para salvaguardar decorosamente el orden interior?. O lo que es peor, porque la transgresión afecta la imagen de un orden político, de la cual se complace dolosamente el sistema. Si el interés es proteger la imagen del cuerpo policial ésta queda más lesionada con el hecho de ocultar el escándalo, que asumiéndolo con dignidad públicamente.

Esa división del juicio entre lo no delictivo de tomar fotos al agente público mientras no esté haciendo nada malo, o incluso haciéndolo, mientras su filmador no lo comparta en las redes, vale tanto como autorizar una separación entre el mundo del saber y el mundo de la voluntad moral; ellos, que proclaman tanto la unidad del pueblo, están rompiendo las acciones de la cultura que están dirigidas hacia la unidad del espíritu, que es la unificación de ciencia, arte y moral, como dice Brunschwicq. En condiciones normales, el progreso de la ciencia mantendría una estrecha conexión con el progreso de la humanidad, aunque sean dos cosas diferentes, porque como nos indica ese estudios de Brunschwicq, “pensar racionalmente está conectado con vivir moralmente porque existe una profunda unidad entre la conciencia intelectual y la conciencia moral” [Jimmy Hernández Marcelo: “León Brunschwicq y la fenomenología francesa. La receptibilidad epistemológica” p 13 Universidad de Torino. Italia ] No obstante, como el sentido de la realidad es creada por el espíritu en una visión de conjunto, un Estado que no observe aquella premisa, tiene que crear condiciones sociológicas para el ejercicio del juicio en que no se valore la inteligencia, o no le importe desdeñarla.

Raúl Morín, 12 Junio 2020. 6:28 PM


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