¿Quieres recibir una notificación por email cada vez que Malalua escriba una noticia?
Finales inolvidables, cuyas sensaciones solo se pueden experimentar una vez.
H Ay unas cuantas reseñas sobre lo último de thatgamecompany , ‘Journey’, por lo que es innecesario que entre en detalles sobre la compañía indie que ha demostrado que no hace falta tener un gran presupuesto para hacer algo muy, muy bueno. Pero, para ser justos, ‘Journey’ no es un simple juego: es un paso adelante en la industria, un paso hacia videojuegos que sacudan nuestras emociones con historias que acaben siendo nuestras . Y todo ello sin tener que recurrir a motores gráficos de última generación ni charlas metafísicas o guiones que rayan lo absurdo. Es mucho más que eso (leí por ahí que la industria está en pañales, y no puedo estar más de acuerdo).
Reconozco que en sus primeros minutos me sentí tan desconcertada que pensé que me había dejado seducir por reseñas excesivamente favorables. Pero, en cuanto vi mi objetivo, sentí que debía continuar y saber qué pintaba mi personaje en un desierto, quién es y por qué hay que alcanzar la cumbre. Y así, poco a poco, me sumergí en el solitario y vasto mundo de ‘Journey’, sintiéndome cada vez más pequeña. Su director creativo, Jenova Chen, comentó en alguna entrevista que se inspiró en la sensación que experimentan los astronautas cuando salen al espacio —imagino que se percibieron frente a la majestuosidad del Universo como simples pedazos de carne—; por ello, cuando descubrimos nuevos escenarios, no podemos sino elevar la mirada y pensar «¿cómo rayos subo ahí?». Pero lo acabas consiguiendo y te sientes satisfecho porque la meta está cada vez más cerca, aunque, en el fondo, no te gusta la idea de un fin. Tsk., como la vida misma.
A esto me refiero cuando digo «¿cómo rayos subo ahí?»
Pero no estamos solos. El modo multijugador permite que, de la nada, aparezca otro ser como tú, vagando entre las ruinas de la que, quizá, fue una próspera civilización. En ‘Journey’ no existen las palabras (ni voces humanas), así que solo puedes comunicarte con él a través de movimientos o con una especie de llamada que parece un cántico. Sin embargo, esto no es un impedimento: es probable que recorras un buen trecho a su lado o bien te adelantará y si te he visto no me acuerdo.
Conocí a dos. El primero no se despegaba de mi lado; ambos resolvimos pequeños puzzles, pero en algún punto perdí la conexión («gracias Movistar») y no lo vi más. El segundo iba a su aire, pero finalmente coincidimos en un final absolutamente apoteósico —me quedaría corta si me atreviera a definir el apartado musical, que se conjuga de forma magistral con la mecánica del juego—. Es extraño no saber con quien has compartido horas de juego, pero siempre recordarás su grata compañía.
Vamos, no te quedes atrás...
Algunos críticos o periodistas especializados afirman que ‘Journey’ no es apto para todos los públicos. En mi opinión, es sorprendente la respuesta favorable (y casi unánime) de la comunidad gamer, ya que es cierto que no es un título al uso. Pero sí es un título que consigue despertar ciertas emociones que un shooter, ’FIFA’ o incluso ‘Skyrim’ (ya sabéis que es uno de mis favoritos) no consigue despertar y que jugadores con gustos totalmente dispares entre sí coincidan en que es una joya audiovisual. No negaré que los hay que continúan prefiriendo ‘Gears of War 3‘, ‘Infamous 2′ y similares, ya que no se identifican con un viajero en una tierra inhóspita de gráficos minimalistas. No tiene mayor importancia, no sufráis por ello.
En definitiva, que aunque el único aspecto negativo que posee es la duración (aproximadamente 90 minutos), vale la pena hacer este viaje. Un viaje que es diferente para cada jugador, ya que su interpretación es completamente subjetiva.
Espero que lo disfrutéis tanto como yo.